Harry y Louis llevaban dos años de relación. Todo parecía perfecto, y así era, hasta que una llamada cambió la vida de Harry.
Los mejores amigos y el amor de la vida de Harry habían tenido un accidente, dejando a Louis en estado de coma.
El sonido de mi alarma me despertó, me estire en mi cama soltando un bostezo. La habitación estaba clara con la luz del sol colándose por las cortinas.
Tomé mi celular, y como era costumbre lo primero que hice fue dirigirme al chat de Louis para darle los buenos días, pero al verlo caí en la realidad. Eso me hizo saber que no fue un sueño y que Louis de verdad estaba en coma, mis amigos en verdad estaban en el hospital. El que tuviera una bandeja vacía, sin mensajes de mis amigos y mi novio, fue un golpe duro.
Sin nada que hacer ante el sentimiento de tristeza que me invadía, suspire y me levante para continuar con mi rutina.
Me di un baño, lave mis dientes, y me arregle para salir a conseguir algo de comida pues no tenía las ganas de hacer algo para desayunar.
Antes de salir Jay me llamó, no había noticias de Louis. Nos pusimos de acuerdo para tener un horario para estar con Louis, ella y Mark estarían con el en la mañana y parte de la tarde, mientras que yo estaría la otra parte de la tarde y la noche. Me parecía bastante bien, debía trabajar por la mañana y ahora no gustaba de estar solo en mi departamento de noche, la soledad no me iba bien.
Mientras iba en el auto mi padre me llamó, el seguía en Suiza pero decía que debía revisar unos asuntos en Londres y no podía venir para luego irse, el quería que yo me hiciese cargo de todos los asuntos en Londres.
Llegue a un restaurante pequeño pero bastante bonito, tenía un estilo industrial. Pedí mi desayuno y me entretuve con mi celular, hasta que una llamada me interrumpió.
—Hola, Gemms.
—Hola, ¿cómo estás?
Vacile un poco antes de responder—Bien, ¿tú qué tal?
—Harry.
— ¿Cómo quieres que este, Gemma? Mis mejores amigos y mi novio tuvieron un accidente. Zayn y Louis están graves en coma. Claro que no estoy bien.
Escuche como Gemma suspiraba al otro lado de la línea antes de responder— ¿Estás en el hospital? ¿Quieres que vaya?
—No, Gemma. Creí que te ibas a ir a Milán.
—No te voy a dejar aquí, Harry, Milán puede esperar.
—Es por trabajo, tienes que ir. Voy a estar bien, tu ve a Milán y si algo pasa te llamo.
—No es que la marca vaya a perder fama o millones por no ir, y si así lo fuera no dudaría en elegir quedarme, ahora dime donde estas.
Gemma era terca, pero yo lo era más—No, tú te vas a ir y yo voy a estar bien. Sabes que siempre eres a la primera a la que recurro si algo va mal y esta no va ser la excepción.
Sabía que lo de Gemma era urgente, hace unos días me había platicado de un incidente con la colección que iba a sacar en la semana de la moda de Milán.
Gemma suspiro—Esta bien, Harry, pero por favor no te guardes las cosas, llámame para lo que sea ¿de acuerdo?
—Sí, Gemms. Gracias.
—Te quiero, nos vemos luego.
—Yo también te quiero, adiós.
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No quería estar en mi departamento, sentía demasiado la ausencia de Louis por la casa con mi ropa quedándole grande, interrumpiéndome mientras trabajaba. Louis con su taza de té, manipulándome para dejar el trabajo y que viera películas Disney con el.
Ahora la cama estaba vacía, las tazas estaban guardadas, mi ropa estaba acomodada en el armario, ya no había nadie quien me interrumpiera mientras trabajaba.
Decidí estarme un rato con mis amigos mientras trabajaba, así que fui al hospital. Primero llegué con Liam, estaba con su madre ambos dormidos. Luego pasé con Niall, el también estaba dormido pero no había nadie de sus familiares. Me senté en la silla con la pequeña mesita que había en la habitación.
Pasé una hora y media trabajando hasta que el rubio por fin despertó.
—Hey. —Dijo el captando mi atención.
Me volví hacia Niall, y le dedique una sonrisa. —Hey, ¿Cómo te sientes?
—Me siento bien, ¿has estado mucho tiempo aquí?
—Mm, algo.
— ¿Tú cómo estás?
—No lo sé, pero los extraño.
El rubio me dedico una sonrisa nostálgica.
— ¿Has sabido algo de los demás?
—Nop, todo sigue igual.
El golpeteo en la puerta nos hizo voltear a esta, ahí estaba una enfermera.
—Lamento interrumpir, pero ya es la hora de comida para el señor Horan. Este es el menú de hoy— Dijo la enfermera, nos entregó un menú a mi y otro a Niall. —Pidan lo que quieran.
Cheque la carta, y me decidí por un sándwich de pollo, con ensalada y un jugo de naranja. Niall pidió lo mismo que yo.
La enfermera se retiró y de nuevo quedamos solo nosotros dos.
—Pensé que estarías en Suiza por más tiempo,
—Era el plan, pero yo quería venirme ya, así que Des me dejo venirme después de terminar un trabajo, lo terminé en la madrugada del sábado y me vine. Cuando apenas iba bajando del jet, Jay me llamó dándome la noticia.
—Harry, yo lo siento, esto fue mi culpa.
—Que dices Niall, esto no...—Fui interrumpido por Niall, quien tenía ya sus ojos cristalizados.
—Si, yo fui quien insistió en ir a esa fiesta. Si no hubiera insistido tal vez no habríamos ido a esa fiesta y no estaríamos aquí. Lo siento. Lo siento. Lo siento. —Las lágrimas escapar de sus ojos azules.
Me acerque a él, me senté en la cama y lo abrace con toda la delicadeza posible.
—Claro que no, Ni, tu no sabías que eso iba a pasar. En todo caso la culpa fue del otro auto, ellos fueron los que impactaron contra ustedes. No tienes que pedir perdón, tú no tienes la culpa.
Me despegue de el, mis ojos amenazaban con también soltar lágrimas. Limpie las lágrimas de Niall, y le dedique una sonrisa.
—Tranquilo, todo va a estar bien, ¿si?
—Te quiero, H.
—Y yo te quiero a ti.
Lo abrace por otro rato más. Abrazar a Niall era reconfortante, sentía tranquilidad, tal vez era lo que necesitaba. Un buen abrazo, que me hiciera sentir como si todo estuviera bien.
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