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Stiles sonrió con suavidad, su mirada se encontraba sobre la decenas de papeles que tenía que calificar para la academia, pero su cabeza solamente se centraba en repetir una y otra vez aquel mágico momento donde el lobo le había besado.

El humano se encontraba en su comedor, el cual estaba hecho un desastre con decenas de ensayos de sus alumnos, tazas de café, plumas sin tinta, una que otra envoltura de comida y muchas otras cosas que no tenía ni siquiera la menor idea del porqué estaban ahí, era un milagro que la mesa no haya cedido por tanto peso aún. Pero aún así nada de aquello superaba el desastre de emociones que sentía en su interior.

Hace muchos años, muchos, que conocía al lobo y que el lobo le conocía, era imposible que lo que sea qué pasó la noche anterior fuese producto de la nada, cosa que hacía que parte de él pensase que fue por mera lástima. Porque vamos debía admitir que siempre ha tenido un pequeño gran crush con Derek, así como un chico y su deportista favorito (no al modo fan loco por supuesto)... Pero Derek?....Qué le podía ver un 10 a un 6 reducido a un triste 4 después del accidente?.

Por otra parte estaba más que seguro que a pesar que Derek ya no es el mismo de hace años, este no es la clase de persona que va besando otros hombres por ahí, ni mucho menos la clase de persona que habla con alguien de forma tan intima.

— Hey -escuchó una voz a su lado.

El joven maestro se giró casi por inercia, aún completamente sumergido en sus pensamientos, por lo cual al darse cuenta de quién se trataba este por poco cae al suelo.

Derek estaba de vuelta, Por qué? No tenía ni la menor idea, pero aquello le ponía nervioso.

— Por qué estás nervioso? -preguntó el mayor con una pequeña sonrisa.

Malditos dones lobunos.

— N..no estoy ne..nervioso -y ese era el vil adiós a todo su entrenamiento policial.
— Stiles...llevas diez minutos observando la misma pagina -murmuró, tomando la pluma que estaba en su mano y bajándola con suavidad- — Qué sucede? -medio murmuró, inclinándose ligeramente hacia este para observarle directamente.

La cercanía del lobo le dejó sin palabras y solo pudo limitarse a observarle detenidamente, como un ciervo frente a los faros de un auto en una noche oscura. Se sentía gravemente estupido.

— Mieczyslaw -soltó casi en un susurro y el menor por poco se desmaya.

Desde cuando le gustaba tanto su nombre? Qué demonios le estaba ocurriendo?.

— Mierda -murmuró ligeramente perdido.
— Mierda? -preguntó el lobo con una sonrisa burlesca.
— Lo siento...solo...no entiendo...no entiendo lo que esta pasándome -confesó, amargando ligeramente su aroma.
— Hey...-aparto un par de papeles y se sentó sobre la mesa, observándole con suavidad- — Honestamente yo tampoco lo hago al cien por ciento...pero hay algo de lo que si estoy seguro -se inclinó ligeramente y tomó la mano del chico- — Me siento bien contigo Stiles, siempre lo he hecho...y bueno nunca he salido con otro hombre y hace mucho que deje de tener "citas"...pero lo qué pasó anoche...el beso...Stiles mi lobo jamás había estado tan inquieto...por poco...por poco te muerdo -murmuró lo último ligeramente apenado.

De inmediato el rostro de Stiles se tornó rojizo, estaba ente la sorpresa y la vergüenza, tal confesión definitivamente necesitaba algún tipo de advertencia antes de ser soltada.

— Morderme? -susurró.
— Marcarte -específico, llevando su mirada hacia a un punto cualquiera de la habitación.

Bien definitivamente aquello era un concepto completamente diferente.

Demonios.

Bien.

— Derek...-tomando coraje se puso de pie y se colocó frente al chico- — Esto...esto es muy raro -dejó escapar una pequeña risa nerviosa, tomando las rodillas del mayor para sepáralas y colarse entre estas- — Demasiado -agregó en un susurro, abrazándole con suavidad- — Pero...pero creo que me gusta...-admitió.

Por un segundo Stiles juró haber escuchado al mayor ronronear y sin aviso este le rodeó con sus increíblemente fuertes brazos y le pegó a su cuerpo por completo, para después dejarse caer hacia atrás, quedando recostado sobre la mesa, con el humano sobre su cuerpo.

— Qué haces? -preguntó Stiles con diversión, separándose ligeramente para observarle.
— No lo se -respondió suavemente, llevando una de sus manos al rostro de este.

Y entonces Stiles se inclinó ligeramente, dejando un pequeño pico sobre la boca del lobo, sintiéndose aún ligeramente apenado por cometer aquella acción. Era algo completamente nuevo para ambos, no quería espantar al contrario yendo tan rápido.

Sus preocupaciones se fueron al caño dos segundos después cuando el lobo colocó su mano sobre su nuca y le atrajo a su rostro con una rapidez increíble, apoderándose se su boca con hambre pero a la vez cuidadosamente, intentando no lastimarle con sus colmillos, que definitivamente habían decidido salir en algún punto.

Stiles sentía que todo temblaba a su alrededor, no podía negar que se sentía extremadamente excitado y definitivamente no era el único, pues podía sentir a Derek bajo su cuerpo.

Y entonces las cosas comenzaron a temblar con un poco más de fuerza y la situación comenzó a ser ligeramente sospechosa para el más joven, sin embargo se encontraba fuertemente atrapado por el contrario.

Y entonces la mesa finalmente cedió.

Obviamente Derek recibió el mayor impacto, pero en cuestión de segundos su mayor problema era la vergüenza de no haber sido capaz de haber prevenido aquello.

— Puedes repararlo? -murmuró Stiles, ligeramente en shock, recostado sobre el pecho del mayor.
— Si...-respondió, con la mirada perdida en el techo.

Que día.

Can you fix it? -SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora