[ 20 de Febrero, 2021 ]
"¡Mamá no me dejes!"
Mi cuerpo saltó de mi cama, el dolor en mi cabeza siendo lo primero al despertar aquel sábado. Mi cuerpo estaba transpirado, sentía lo húmedo debajo de mis ojos y en mis mejillas, mi frente mojada y mi pelo igual, mi cuerpo caliente pero mis manos y pies fríos.
─ Mierda. ─ me quejé con una mano en mi cabeza buscando calmar el dolor. Me senté en la cama y miré debajo de mis sabanas mi cuerpo aún desnudo, deseando que lo del día anterior haya sido otra pesadilla.
Los moretones y el dolor en mi cuerpo afirmaron que no lo fué.
Me destapé y levanté, quejandome en cada movimiento por el gran dolor de cuerpo que tenía. Mi ojo izquierdo casi sin visión debido a lo inchado que este estaba, mi nariz punsando en mi rostro, mis piernas débiles y mis brazos igual. Casi sin poder mantenerme en pie.
Tomé lo primero que encontré. Una remera manga larga negra, junto con unos pantalones de chandal gris. Asomé mi cabeza en el baño, solo para lavarme la cara y cepillar mis dientes. No queriendo ver más que eso.
Caminé a la cocina, encontrandome solo como de costumbre, mi madre se había ido y no se despidió de mí.
Mi casa estaba desolada, como si nadie más que yo viviera, las cortinas cerradas de par en par, el aire no corría, el olor a amargura se sentía en el ambiente. Suspiré yendo a abrir las ventanas y levantar la tela que las cubría, esperando que así al menos algo mejorara.
─ Debo comer algo. ─ abrí la heladera, solo había leche, huevos y un limon. Mi panza rogaba por comida, sabía mis limites, necesitaba comer.
Tomé tres huevos y los puse en un sartén con un poco de sal, comencé a revolver mientras ponía leche a calentar, comí con ansias, casi desesperado por llenar mi estómago, sin siquiera disfrutar de la comida, solo llenandome con ella.
Me encontré sentado en la mesa en soledad, arrepintiendome de haber comido de esa manera, de no haber masticado las treinta veces que lo hacía.
Triste porque aún tenía hambre.
Busqué la llave de mi casa, emprendiendo camino a salir de esta. Aún dolorido, con un cubrebocas y anteojos de sol para que nadie me viera así. Necesitaba comprar algo de comida para sobrevivir.
Mis pasos se sentían ser arrastrados por las pocas fuerzas que tenía, el camino al negocio a dos cuadras de mi casa haciendose infinito. Mis ojos entrecerrados debido a la inchazón en ellos, mi labio ardiendo.
─ Buenos días.─ una señora en el local me saludó, mirandome de arriba a abajo con cara de... Asco.
─ Buen día.─ devolví el saludo lo más amable que mi condición lo permitía. Me adentré al local, tomando avena, leche, tomates, lechuga, cebolla y papas. Mi vista se posó en el antojo que tuve, un brillante paquete de Oreos hacían a mi boca hacerse agua.
No puedo, no debo.
Mi mano se alzó involuntariamente tomando el paquete en ellas, mi vista se clavó en la tabla nutricional del producto.
Tres galletitas equivalían a 150 calorías.
Mi boca se frunció detrás del cubreboca, mientras una batalla en mi cabeza me hacía querer llorar. ¿Debería llevarlo o simplemente comprar otra cosa que no engorde?
Dejé el paquete en su lugar dando un suspiro. Mis pies avanzaron por el local comprando cuatro manzanas, al menos tendría que olvidar las absurdas Oreos. Me metí en una góndola viendo que más necesitaba, mis oídos captando algo que realmente dolió.
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Trouvaille. // KTH + JJK
FanfictionÉl sólo esperaba que alguien lo salvara, anhelaba recibir amor e imploraba no esperar mucho tiempo por ello. Porque temía muy en el fondo de su ser, que cuando eso pase sea demasiado tarde. Trouvaille. ¿Qué es eso? _Historia Taekook Kth↑ ↓Jjk _Yoo...