VII

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[ 24 de Febrero, 2021 ]

La clase terminó, me encontraba caminando por los largos pasillos de mi secundaria luego de haber escuchado el primer timbre de la mañana sonar, cruzando con gente por todas partes a mi alrededor.

Me había despertado en medio de la noche, ya no aguantando el hambre, había tomado un vaso de leche, no queriendo sentir la sensación de vacío en mi estómago ni los ruidos exigiendo comida, buscando engañar mis órganos.

Mi cuerpo se hallaba débil en estos momentos, sentía que flotaba en cada paso que daba hacia el patio, casi como si me fuera a desmayar ahí mismo. Fuí al kiosco con miedo, no quieriendo caer al suelo en el medio de mi escuela, no queriendo otro motivo por el cual se burlaran de mí. Hice la fila mirando a mi alrededor, mi cara seria, mis labios sellados.

Mi cuerpo temblaba en aquella fila, ansiando ingerir comida alguna.

─ Buen día, ¿Que va a llevar?─ preguntó un señor dentro del pequeño kiosco, mirandome con rareza en su cara.

─ Quiero una barra energética y una caja de chicles.─ pedí, señalando cada cosa, casi sin fuerza para hacer lo mínimo, apuntar mi dedo hacia ese lugar se sintió tan mal. Tan pesado.

─ ¿Te sientes bien? Estás algo pálido.─ el señor frente a mí dijo con preocupación, tomé las cosas notandose como mis manos temblaban tratando de disimular con un gesto amable en mi cara.

─ Estoy bien, no se preocupe ¿Cuánto es?─ pregunté revolviendo los bolsillos de mi chaqueta, pronto sacando el dinero.

─ Sería un dolar.─ mencionó. Entregué la cantidad exacta y caminé, abriendo el envoltorio de la barra energética, casi sin poder lograrlo debido a la falta de fuerza.

Comí aquella barra energética con ganas, sintiendome ansioso por sacar el malestar de mi cuerpo. El hambre de tres años no se solucionaba con un par de mordidas. El daño ocasionado no iba a sanar sólo con eso, lo sabía.

En aquel extenso pasillo todos miraban mis acciones, me sentía expuesto, odiaba que me vean comer, odiaba llamar la atención de aquella manera.

─ Jungkook.─ miré a mi costado, encontrándome con la mirada de Yoongi. Tragué al verlo, no era el mejor momento para ver al chico por el que la noche anterior tantas lágrimas había derramado.

─ Yoongi.─ saludé, no podía evitar el hecho de ser amable con él, aunque ayer me haya hecho sentir mal, él era Yoongi.

─ Perdona por lo de ayer, no sé que sucedió.─ comenzó a hablar, yo agaché mi mirada escuchando sus palabras. Al menos reconocía lo que había hecho mal .─ Sé que lo que hizo Taehyung estuvo mal, no debió tratarte así.─ levanté la vista, no creyendo lo que oía. Lo que aquel chico hizo fué lo que menos dolió de todo lo de ayer.

─ No pasa nada, ya pasó.─ contesté. Ambos comenzamos a caminar rumbo al patio, la barrita a la mitad entre mis dedos, mi vista clavada en ella. Dí dos mordiscos más, siendo suficiente para mí ─ ¿Vas a quedarte conmigo?─ pregunté tímido, mirando a mi costado.

─ Sí, no tengo nada para hacer, además..─ me miró, una sonrisa que surcó de sus labios derritió mi corazón, mis ojos brillando queriendo guardar por siempre aquella acción de su parte ─ Me gusta pasar tiempo contigo.─ declaró. Mis oídos zumbaron y mi corazón se aceleró.

─ A mi también me gusta pasar tiempo contigo, me gusta mucho.─ admití, jugando con las manos en mis bolsillos. Me sentía en las nubes, a punto de tocar un arcoíris.

─ Me alegra escuchar eso.─ la sonrisa que se dibujaba sobre mis labios era inevitable en esos momentos, incluso había olvidado todo lo de ayer. Sólo quería disfrutar este momento.

Trouvaille. // KTH + JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora