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Yo fui a Cancún cuando tenía como 6 – 7, ya no recuerdo si el centro es tal cual como lo describí en este capítulo, pero háganle como que sí. Igual y lo confundo con el centro de por Mérida y valiendo verga xd

¡Este capítulo es largo! Siéntete a gusto de leerlo en partes.

|Obsequio de amor|

Tras separarse del abrazo, Kaede, emocionada, tomó la mano de Shuichi y se lo llevó corriendo a la entrada del hotel, mientras que este trataba de decirle que Rantaro y Kokichi se les estaban acercando.

Al estar en la entrada, vieron que ya estaban ahí la mayoría de sus demás compañeros y la profesora.

—De la nada me puse ansiosa... —Murmuró Kaede, meciendo la mano de Shuichi y la suya, agitadamente.

—Cálmate —rió el chico—. Todo saldrá bien, confía en ti.

Ella suspiró y asintió, decidida. Shuichi le sonrió levemente, igual soltando un suspiro.

—¡Ey! —saludó Kokichi, llegando por detrás, a lo que ambos se exaltaron y soltaron sus manos—. Hace rato nos ignoraron completamente, que malos.

—¿E-Estaban ahí? —Murmuró Kaede, confusa.

—Aun llegando, realmente. —Aclaró Rantaro, riendo algo incómodo.

—Y-Ya veo... —Asintió Kaede, bajando un poco la cabeza.

—Nha... ¿Realmente tenemos que salir? —se escuchó la queja de Himiko, quien llegaba, acompañada por Tenko y Angie—. Que flojera... nhaa...

—¡Seguro te consigues un amante más lindo que esa uva con patas! —Rió Miu, que llegaba tras ellas, uniéndose a la plática.

—¡¿A quién llamas uva con patas, puta barata?! —Reclamó Kokichi.

—¡¿A quién crees, puto elfo de las tierras perdidas?! —Reclamó la chica de vuelta.

—¡No le metas ideas raras a Himiko-chan! —Reclamó Tenko.

—¡Iiih! ¿Y-Y tú por qué te enojas? —Sollozó Miu.

—Tú te lo buscaste... —Recordó Himiko.

—¡Ah! ¡Himiko-chan, te ves muy linda! —Alabó Kaede.

—¿Nha? Gracias. —Esbozó una pequeña sonrisa.

—Claro, Kaede-chan. Himiko-chan siempre se ve linda. —Alardeó Kokichi, dejando un rápido beso en la mejilla de la chica para luego tomar su mano.

Las mejillas de la pelirroja se sonrojaron de inmediato, por lo que bajó la cabeza, apenada, mientras que Tenko contenía sus ganas de pegarle a Kokichi, siendo detenida por Angie, quien le decía cosas sobre Atua, cuales la chica ignoraba completamente.

—¿Alguien tiene alguna idea de a dónde iremos? —Intrigó Tsumugi, que llegaba.

—Recorreremos el centro de esta ciudad —explicó Korekiyo—. Hay tiendas interesantes aquí... luego iremos a un restaurante de la zona.

—Oh, ya veo. En sí haremos turismo. —Rió la chica, acomodando sus gafas.

—¿Ya están todos? —Preguntó la profesora.

—Profesora —llamó Ryoma, que llegaba corriendo—. Kaito tardará en salir, acaba de despertar.

—¿Se durmió temprano? —Ladeó la cabeza, confundida.

—Lo durmieron temprano. —Exclamó Kaede, riendo levemente.

Los que habían estado presentes en ese momento rieron, a la par que Ryoma rió, pues estaba enterado de lo sucedido gracias a qué Rantaro y Kaede le explicaron cuando llevaron a Kaito a la cabaña.

𝓛𝓸  𝓵𝓪𝓶𝓮𝓷𝓽𝓸「ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora