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Durante las vacaciones Kohta fue con su familia al extranjero por negocios de su padre.

Resultaba que era cosa del destino que Kohta y su familia fueran al extranjero y él consiguiera aprender el manejo de armas de fuego y algunas prácticas militares más.

Habiendo pasado los tres meses aquel joven delgado y alto volvió a su país; ahora sabiendo manejar armas a la perfección.

Kohta Hirano estaba más que listo para el apocalipsis... Si es que llegaba.

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Así aquel joven llegó a su país y luego de revisar que su refugio estuviera bien se sintió seguro pero bastante incómodo... Era como si hubiera una especie de piquiña que querías rascar y sentías que estaba donde tú creias pero al rascar allí te dabas cuenta que no.

Aunque él pensaba que era por tener 15 años y no haberlo hecho él se aseguró de que no fuera así... Digamos que "conociendo a profundidad" a algunas chicas a las cuales él les gustaba.

Una relación de amigos con derecho había surgido en la vida de Kohta Hirano y, aunque antes no se había detenido a mirar, al escuchar gritar a las dos jóvenes cuando él estuvo con ellas noto que este tipo estaba realmente muy bien dotado tanto tiempo como en poder.

Habiendo pasado algunos meses la relación entre los tres se había hecho un poco incómoda (Kohta parecía haber sacado mal la cuenta) y ahora tenía que lidiar con dos adolecentes bastante calientes que querían saber cuál de ellas era mejor.

Con la excusa de que el tiempo de exámenes había empezado ellas dos dejaron el tema de lado y solo se fueron cada quien por su lado, al parecer dejando de ser amigas y turnandose para ir a la casa de Kohta cada fin de semana.

Si bien muchos desearían esa vida Kohta comenzaba a sentirse mal por diferentes razones, ¿Y si el apocalipsis no llegaba? ¿Tendría que conquistar a la Takagi de la forma tradicional? ¿Que estudiaría?

Esas y muchas otras preguntas llegaban a su mente.

Si bien Takashi ya se había dado cuenta de que Rei e Hisashi estaban saliendo él casi no había ido el primer mes y el segundo y el tercero cuando iba estaba fuera de clases nada podría garantizar que al final llegaría el problema.

Kohta estaba viendo el techo del baño algo preocupado, sin saber qué hacer.

Rayos. De verdad esto es problemático, ¿Que se supone que haré si no llega el apocalipsis? ¿Estudiar algo? ¿Intentar volverme un mangaka de profesión? ¿Que hacer? ¿Que hacer?

-Oye, Kohta-kun, ¿Estás bien? –Aquella voz femenina y bonita saco de su ensueño al joven Kohta. Viendo hacia abajo pudo vislumbrar una cara que claramente él había conocido. Siendo ella quien tomo su virginidad y él la de ella simplemente nego con la cabeza antes de colocar su mano en la cabeza de ella y empujarla hacia abajo. La chica abrió la boca voluntariamente y continuo en lo que hacía antes de preguntar eso sin problemas. Él le acaricio la cabeza mientras ella se esforzaba tragandolo todo y lamiendo, sabiendo que a él le encantaba eso.

Que problemático, en serio. No me quejo de mi vida aquí pero se supone que mi objetivo principal era otra cosa. No apuntar a personajes secundarios. Sin embargo, imaginar que es Saya quien hace esto en serio es... Uff

Sin quererlo él termino y la chica que estaba de rodillas frente a él lo ni siquiera pareció inmutarse por ello, más bien sonriendo y chupando con más fuerza.

Me gustaría que estás dos idiotas sobrevivieran. Ellas parecen realmente enamoradas de mi... O de una parte específica de mi. Sea cuál fuere el objetivo de su amor soy yo así que mejor dejarlo así. Además, su cara no está nada mal tampoco y aunque su cuerpo no es como el de ninguna de las protagonistas no importa.

Hirano Kohta... ¿O no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora