11

118 16 0
                                    

–¡Sensei!

<Tiene buenas caderas y buen trasero pero el de Akane es mejor...>

El grupo acababa de reunirse en su totalidad y habían dos personas más que en la historia original.

–Me alegra ver qué estás bien, Komuro-kun. –Saeko dijo aquello y le dió una pequeña sonrisa a Takashi, quién también le sonrió.

–Lo mismo digo, Busujima-sempai.

.

..

...

–... ¿En serio acabas de romperle el cuello a 7 de ellos tu solo?

Takashi, quién parecía listo para acabar con algunos y recibir ayuda con los otros vio como Kohta se movió sin emitir ni un solo ruido y les partió el cuello a los 7 sin problemas.

–¿Eres alguna clase de Ninja o Asesino tras esa máscara que te traes? –Kohta solo tomo un poco de aire y se estiró.

–No, nada tan bueno así. Solo estoy dotado con un físico superior a muchos y practique algunas artes marciales, es todo. –Con una sonrisa Kohta tomo un destornillador que tenía un cuerpo clavado y lo guardo en su bolsillo sin que lo vieran mientras se estiraba.

La noche había caído y las chicas se encontraban bañándose mientras jugaban.

Akane y Kanase rápidamente se hicieron amigas del resto pero tenían la instrucción específica de no decir que había algo entre ellos aún.

A Kohta se le dió un revolver con unas 9 balas en total y él sonrió, eso era todo lo que necesitaba.

–Suena como si se estuvieran divirtiendo... –Komuro dijo eso y Kohta asintió.

–¿Quieres ir a echar un vistazo? –Aquel comentario tomo desprevenido a Komuro quien solo negó rápidamente con la cabeza

–No quiero morir aún... –Ve el techo mientras estaba tirado en la cama. –¿Estás seguro que sabes cómo abrir eso? –Takashi pregunto mientras Kohta usaba un gancho de cabello y un destornillador con mucho cuidado en una cerradura hasta que se escuchó un "click" y la mirada de Komuro fue de sorpresa.

–Presto! –Con la palabra típica de un mago el joven pelinegro abrió el armario de metal y pudo ver tres armas ahí. Con una sonrisa en su rostro tomo una.

–¿Que clase de amigos tiene Shizuka-sensei? –Aquella pregunta vino de Komuro y Kohta tomo el rifle Springfield y lo cargo.

–A nadie le importa en este momento. El punto importante es que tiene armas y nosotros necesitamos algunas. –Con aquel comentario el muchacho que estaba tirado en la cama se levanto y tomo rápidamente un arma cualquiera, la escopeta. –Esa es una escopeta, esas cosas son capaces de volarte un brazo si apuntas bien. –El muchacho de la escopeta la puso sin querer en dirección a Kohta y él solo le movió el cañon hacia la izquierda. –No deberías apuntar esa cosa a personas vivas si está cargada...

.
..
...

–¿Y entonces piensas intentarlo con ella otra vez? –Kohta miraba por la mira de su arma las calles y Komuro lo hacía con un par de binoculares que encontró por ahí. –¿Por qué hacerlo si rompió la promesa?

–Viejo, es que no lo sé. Ella siempre me gusto y de pronto va y se enamora de otro sujeto, ¿Entiendes lo duro que fue?

Kohta le palmeo la espalda a Komuro y el volteo hacia otra parte para que el muchacho no lo viera.

Perfectamente sincronizado a aquella reacción Kohta saco la pistola de clavos y un par de botellas de vidrio que estaban ahí y las lanzó por un callejón antes de reventarlas antes de caer junto con unas ventanas de vidrio de la zona.

Hirano Kohta... ¿O no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora