Hirano Kohta... ¿O no?

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–Al menos... Moriremos todos juntos. –Takashi dijo eso y Rei, quién se encontraba en el suelo lo observó preocupada.

–Ni loco. –Un Hirano salvaje salto del auto que habían tomado prestado de la amiga de la enfermera rubia y de un movimiento la cabeza de un zombie fue despegada del cuerpo. –Hacerlo así cuesta más... Sería tonto hacerlo de esa manera.

<Y yo que pensé poder evitar esta escena. Aunque dormir durante unos días normalmente no es muy difícil no había dormido durante casi una semana y me tomé una siesta. Parece que las cosas a evitar pueden ser más o menos difícil>

Kohta parecía extremadamente normal mientras iba reventando cabezas una tras otra pero debido a la gran cantidad de ruido que se produjo por el choque muchos más venían.

Con un chasquido de lengua el muchacho se resigno y volteó al Humvee. Un zombie se le lanzó encima y con un batazo la cabeza de ese zombie fue despegada del cuerpo.

El Humvee estaba atorado y aunque él se encargaba muchos ni siquiera Saeko podía seguirle el ritmo por lo que ya los muertos se acercaban al vehículo.

Suspirando aquel muchacho tomo su bate y corrió de regreso al vehículo rápidamente.

–Komuro, no gastes balas. Apunta al pecho, no a la cabeza y sujeta bien el cañon. –Con aquello dicho un disparo sonó nuevamente y tres zombies perdieron la cabeza debido a la cercanía. –Akane, pásame el rifle que está en el asiento. –Con aquello dicho la muchacha hizo lo pedido y el rifle fue dado en manos ya que la puerta fue abierta momentáneamente. –No quería hacerlo pero...

Con solo girarse Kohta comenzó a disparar en secuencia y a gran velocidad. Por cada disparo de dos a tres zombies caían y aunque estaba funcionando el problema de las armas relució rápido.

–¡Pásenme otro cartucho!

Una recarga y los zombies continuaron cayendo rápidamente... Pero se acercaban más.

<Rayos... Supongo que sí la señora Takagi no llega tendré que tomar a Saya y huir... ¿Por qué no elegí munición infinita?>

Mientras Kohta disparaba ronda tras ronda rápidamente los zombies cayeron y una gran cantidad de cadáveres se encontraba ahí... Pero más se acercaban gracias al ruido.

–¡Recarga! –Kohta grito, poniendo su mano hacia atrás pero sin recibir nada giro su vista y observó a sus dos amigas con beneficios buscando en todo el lugar.

–¡Ya no hay más! –Aquello fue dicho y Kohta asintió antes de tirar el rifle al suelo y sacar un cuchillo envuelto en tela y un destornillador. Estaba observando los alrededores, si bien él podía pegarse a las paredes quería que la huida fuera lo más normal que se pueda, quería evitar preguntas para las cuales no tenía respuesta. Si, aunque estuvo mucho tiempo pensando en razones por las cuales era tan fuerte solo podía excusarse con hacer mucho ejercicio y tener un cuerpo dotado. ¿Sus sentidos? Entrenamiento. ¿Velocidad de pensamiento? De nacimiento. ¿Pegarse a las paredes? Error 404, es decir, no habría razón lógica para ello y él no tenía una buena excusa por ello.

Takashi había lanzado la escopeta al suelo por razones que Kohta desconocía, de hecho parecía haberlo hecho solo por imbécil ya que habían varios cartuchos regados en el suelo... Pero a él no le gustaban las escopetas. Ya sea por lo lentas al recargar o por qué él podía matar a los zombies de una vez con una puñalada en un ojo no la había recogido.

Para sorpresa de Hirano, cuando los zombies estaban por llegar Saya salió del vehículo y agarró la escopeta antes de ser bañada en sangre de zombie por qué Saeko había reventado la cabeza de un Zombie que ya estaba cerca.