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Kohta giro su mirada tranquilamente y pudo observar a un chico que tenía una mirada cansada y varias mordidas en sus brazos y hombros.

Aquel chico vio dentro de la habitación y Kohta se sentó en el sofá para luego tomar tranquilamente la pistola de clavos y ver al muchacho, quién era uno de los idiotas que había golpeado un tiempo atrás.

Detrás de él venía una chica que era reconocida por ser una zorra. Si bien era bonita no era muy inteligente y habían muchos rumores de ella haciendo ciertas cosas con estudiantes para que le hicieran sus deberes.

–Buenos días, ¿Que tal están? –La voz de Kohta sonó tranquila, como si nada estuviera pasando. Con un rostro imperturbable se levantó y se fue acercando al lado de Saya, quién también de había puesto de pie siguiendo el ejemplo de su compañero.

La chica pelirosa estaba muy clara de lo que pasaba cuando mordian a alguien y el chico con el que estaba era bastante inteligente así que claramente él también sabía eso.

–¿Hirano? ¿Que mierda haces aquí? Deberías estar muerto. –La chica fue la que dió un paso adelante con un rostro desagradable y dejo al muchacho convaleciente a sus espaldas, él tenía un bate de metal en manos pero su rostro estaba terrible.

–¿Crees que algo así puede acabar conmigo? Me subestimas.  –Kohta, por otra parte, seguía inmutable y tranquilo. –Pensé que la perra de 3ero estaba devorando carne y esta vez con ganas de tragar más que solo líquidos.

Aquel comentario hizo molestar a la chica y se acerco sin cuidado hacia el muchacho que tenía la pistola de clavos en mano.

<Si no recuerdo mal está tarada luego estaría en el equipo de Shidou... ¿Esto pasó en la historia original? Lo único que importaba de ella era que estaba siendo catalogada como una zorra y que estaba entre los miembros que formaban orgías en el autobús...>

Cuando la chica se acercó lo suficientemente e intento abofetear al chico él simplemente esquivo el golpe y con una gran fuerza le pateó el abdomen, tirandola un par de metros atrás y cuando ella al fin cayó al suelo comenzó a vomitar.

–Agradecería que no me tocaras. –Kohta estaba serio y cargando el arma como debería apunto directamente a la cabeza del pobre muchacho que estaba a duras penas sosteniéndose del marco de la puerta antes de darle un disparo totalmente certero entre ceja y ceja, dejando un clavo allí y causando que el muchacho cayera hacia adelante.

Saya estaba en shock, no pensaba que aquel chico aparentemente tranquilo hiciera tal cosa con una chica. Si bien ella sabía lo de los rumores y demás cosas que se decía de ella no pensaba que merecía esa patada.

Viéndola con un poco de asco ya que ahora estaba con vómito cubriendo su falda y una suela de bota en su uniforme Saya quería decirle algo al chico pero él simplemente la tomo de la mano y comenzó a caminar con ella hacia afuera.

Tomando el bate antes de irse el chico pelinegro pudo ver qué habían varios zombies acercándose debido al ruido que habían hecho. Claramente él estaba consiente de que los dos idiotas que habían llegado traían zombies a su posición y por ello actuó tan impulsiva y tontamente.

...

Un par de horas ya habían pasado desde el inicio del desastre y Saya y Kohta se encontraban en un salón de clases en el primer piso.

Kohta estaba mirando el vacío hace un rato y Saya parecía medio incómoda ya que estaban en el primer piso y durante todo el camino aquel muchacho había reventado cabezas de muertos vivientes a diestra y siniestra y sin lastima alguna.

La chica pelirosa estaba cuestionando la salud mental del chico cuando el silencio ya le pareció muy incómodo y decidió hablar.

–¿Por qué la pateaste? –La pelirosa estaba ligeramente preocupada por ello, pensando en que quizás no conocía para nada al muchacho con el que andaba y él podría aprovecharse de ella en cualquier momento de así quererlo... Y básicamente si podría hacerlo y si se lo propusiera podría incluso mancillarla sin que ella pudiera al menos negarse. Aunque tenía la pistola de clavos hace un rato seguramente sería estúpido hacer algo estando ellos dos solos ya que él era muy hábil y ella no tenía buena puntería.

Hirano Kohta... ¿O no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora