Capítulo IV

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Capítulo IV

Es de cobardes

— Es de cobardes rendirse solo por eso — habían regañado sus amigos.

— Pero le gusta alguien más, y ni siquiera le di un consejo, porque fingí no escuchar su pregunta — respondió.

— Que le guste alguien, no quiere decir que esa persona le corresponda — consoló su primo.

— Sí, amigo, puedes esperar a que le rompan el corazón y aprovechar — secundó A'qing.

— O puedes intentar ayudar a Song Lan —

— Si te gusta tanto, lo querrías ver feliz — había dicho Nie Mingjue.

Y tenía razón, así que le ofreció ayuda a Song Lan después de escuchar los consejos de sus amigos. Zichen le abrazó emocionado, y supo que Mingjue tenía razón, ver feliz a su amigo era bueno, incluso si la sonrisa no era para él.

Intento cuatro: ya no hay intentos.

La luna está hermosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora