¢αηтαя ρєѕ¢α∂σя

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Tu cantas, y en tus labios

oigo el vientecillo del mar

como si al tocarte,

allí, en mi pueblo rural,

en mis manos te deshicieras

en girones de marina sal.


Y puedo oír en tu canto

un bote en el agua remar,

un hombre enamorado,

un principio y un final.

Tristísimo como un llanto,

te empeñas en cantar


sobre un amor del pasado,

y yo sólo puedo rogar

que algún día me quieras

así como al muchacho rival

que en esta tierra desierta

una noche te hizo encallar


bendita, en piel de arena.

Tú y tus ojos azul naval,

tu voz que mece las olas,

tus manos que busco tocar;

son los goces de mi delirio,

todo mi bien y todo mi mal.

ß⊕hεmïαη レαß (?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora