Tu cantas, y en tus labios
oigo el vientecillo del mar
como si al tocarte,
allí, en mi pueblo rural,
en mis manos te deshicieras
en girones de marina sal.
Y puedo oír en tu canto
un bote en el agua remar,
un hombre enamorado,
un principio y un final.
Tristísimo como un llanto,
te empeñas en cantar
sobre un amor del pasado,
y yo sólo puedo rogar
que algún día me quieras
así como al muchacho rival
que en esta tierra desierta
una noche te hizo encallar
bendita, en piel de arena.
Tú y tus ojos azul naval,
tu voz que mece las olas,
tus manos que busco tocar;
son los goces de mi delirio,
todo mi bien y todo mi mal.
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ß⊕hεmïαη レαß (?
PoesiaUn poco de escritura experimental para el que guste. Prosa grumosa, poesía melancólica, haikus sin sentido y un poco de Borges ¿Por qué no? Deguste sin compromiso, la casa invita.