Una ciudad contiene demasiados cuerpos, ¿cómo encontrar el correcto? Los pensamientos pasajeros desfila de mente en mente. La gente pasa por las peatonales que siempre se atiborran de cuerpos comprimidos a estas horas. Y el flujo crece sin cesar, formando ríos, alimentando causes, crece hasta formar olas. Crece hasta que estas olas suben por la marea de la hora pico. Hasta que la gente se reúne, se retuerce golpeando un cuerpo contra otro, luchando por salir de las pasarelas de concreto para refugiarse en algún lugar lejos del puerto. Mientras tanto, mientras dura el ajetreo, la marea es enorme y absoluta. Un ciclón de gente, de cuerpos que se apuran, que se ocupan, que se pierden.
En medio de la marea, un marino toca tierra y se detiene para buscar. Se detiene y su cuerpo se convierte en roca. Es el moisés que divide las aguas. A su lado los cuerpos se parten en dos. Sus oídos atentos persiguen la melodía de un canto lejano que lo trajo desde alta mar. Suena como el eco de las olas, ese rozarse continuo de la arena con el mar.
Es un ruido blanco que va en crescendo y su corazón, que parece un puño de agua salada, se agita de pronto como si en el susurro marítimo se agazapara un secreto incipiente. El cantar del mar que lo sujeta, lo busca hasta atraerlo hacia sí mismo y se convierte en un estruendo que ensordece los oídos. Ahora la ciudad calla de golpe, de frente, la profundidad de dos ojos verdes mar se lo tragan entero. Al rededor, las ondas en un largo cabello rojo tienden una red ilusoria cuando el sabor salado de un beso rompe la marea de cuerpos y se lleva consigo el flujo agobiante de la rutina.
En la brisa se remonta ese oceánico sonido que trae de nuevo la sinfonía del mar. Mientras ellos se sumergen en la profundidad de un nuevo sentido, la ciudad sigue su ritmo inclemente. La arena se les escurre entre los dedos de los pies, no pueden detenerla. Deciden ignorarla.
Notita: Estamos nª 5 en #bohemio y eso me parece muy lindo :)
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ß⊕hεmïαη レαß (?
PuisiUn poco de escritura experimental para el que guste. Prosa grumosa, poesía melancólica, haikus sin sentido y un poco de Borges ¿Por qué no? Deguste sin compromiso, la casa invita.