Shooting.

Eight Shot.

--No.-- Me separe de el. Me observo incomprensible sin soltar mi cabeza. --No, no.-- Me libere de sus manos. --No puedo.-- Sin entender, de nuevo tomo mi cabeza y junto nuestras frentes cerrando sus ojos. --¡No! ¡He dicho que no!-- Me solté y lo empuje, después salí corriendo por el pasillo en el que estábamos.

Llegue hasta una de las salidas de emergencia de la universidad y seguí corriendo unas cuantas cuadras mas. Observe a mis lados y detrás, verificando si alguien me seguía, pero ante la negativa decidí refugiarme en los cimientos de una casa abandonada; ahí me arrodille, cerré mis ojos e inhale y suspire agitadamente. Estuve unos minutos tratando de recuperar el aliento hasta que sentí un tacto sobre mi hombro, al instante eleve mi faz para saber quien era la amenaza que me había localizado.

--Zelo.-- Palidecí instantáneamente. --Noona, no haga las cosas difíciles y venga con nosotros, ¿si?-- Me dio una expresión cansada. --No, nunca.-- Me puse en pie lentamente y este aun me sostenía firmemente. --Noona, por favor.-- Suspiro y paso una de sus manos por su tintado cabello. --¡No!-- Me di a la tarea de impulsarme a huir y correr, tratando de liberarme de sus manos, pero solo logre que se aferrara mas a mi ropa y la estrujara, no podía escapar. ¿Cuando se había vuelto tan fuerte?

--¡Zelo! ¡Por favor! ¡Por lo que mas quieras, déjame ir!-- No me rendí en huir y lagrimas comenzaban a aflorar dentro de mi. --¡Noona! ¡Deje de hacer eso! ¡Solo ríndase!-- Eso me motivo a esforzarme más. --¡No! ¡Déjame ir! ¡Realmente no le diré a nadie! ¡Por lo que mas quieras!-- Este freno unos instantes su agresiva lucha por retenerme, pero aún así no me soltó.

--Noona, es usted lo que mas quiero. No puedo...--Refreno, cuando la voz y presencia de Yong Guk se hizo presente a nuestras espaldas. --Para, es suficiente Zelo-yah.-- Su voz sepulcral hizo que los dos nos congeláramos. --Si, hyung.-- Zelo me soltó y se situó detrás de el.

En cuanto sentí a Yong Guk apedrearme con su mirada, me puse en posición de guardia observando alrededor, localizando un hoyo negro que me sacara de ahí. --Soo Ra, no estés tan tensa. Es mejor si vienes con nosotros.-- Se estaban acercando, alzando sus brazos en señal de que no tenían nada que ocultar. Definitivamente estaban jugando conmigo.

--No...no.-- Retrocedía mientras avanzaban. --¡No! ¡He dicho que no!-- Y salí corriendo a mi máxima velocidad de ahí. Escuche como Yong Guk lanzaba una expresión de enojo y junto con Zelo sacaban sus armas y me seguían, uniéndose Himchan, Youngjae y Daehyun detrás.

Los tenía pisándome los talones, claramente era una persecución. ¿Por qué se aferraban tanto a llevarme con ellos? Nuestra relación había acabado hace mas de siete años.

De pronto pase fugazmente por un estrecho callejón y debido a que estaba concentrada observando detrás de mi, como se aproximaban mas y mas y se repartían para acorralarme en las próximas avenidas, absolutamente no caí en cuenta que un brazo salía del callejón y tiraba de una de mis extremidades bruscamente. --¡Ah! ¡Yah!-- Esa persona había salido del callejón, era un hombre con un traje italiano y con abrigo y zapatos de cuero. Había causado que me desplomara en la banqueta, su agarre me estaba causando un dolor severo y aún así con ese mismo brazo que me sostenía me levanto como si fuera una débil e insignificante pluma.

--¡Oiga, mire aquí!-- Cerré mis ojos fuertemente, realmente estaba lastimando mi piel. --¿Que esta mal con usted? ¡Suélteme de una vez!-- El hombre me dio una sonrisa torcida y me soltó tal como le dije, causando que me estrellara contra el pavimento. Después se inclinó hasta llegar hasta mi. --Señorita, usted debe ser Gong Soo Ra, ¿cierto?-- Lo observe enfadada, mientras pasaba una de mis manos por el brazo que me había herido. --A que es así, ¿verdad? ¡Lo sabia! He acertado una vez mas.-- Me sonrió de nuevo y se disponía a situar su mano por mi cabello. --No se atreva, señor Woo. Le he dicho que me enfada que fastidien mis asuntos.-- El hombre refreno su acción y se puso de pie, enfrentando a quien le había hablado.