Un cielo despejado, aire fresco, una vista regular y el balanceo de las cortinas atrayéndome, fue lo suficiente como para salir del lado de Yong Guk y recargarme en el descuidado y sencillo balcón de la pensión a la que habíamos llegado.
Divise alrededor los letreros nocturnos de neón que estaban a punto de ser apagados, una gasolinera y unos cuantos automóviles estacionados frente al establecimiento. Era la hora fija de paz absoluta, donde faltaban minutos para que la gente despertara y se esforzará con sus obligaciones del día; en este momento todo emanaba tranquilidad y no había ningún tipo de presión.
Cerré los ojos y pude sentir la corriente de aire fresco mañanera, recargue mi mentón sobre una de mis palmas y seguí contemplando la común y tranquilizante vista. No entendía porque mi cuerpo hacia caso inadvertido a las decisiones sensatas de mi cerebro; en el momento debería estar corriendo del lugar pidiendo ayuda y escapando. Me habían secuestrado y estaba calmada admirando el establecimiento.
Me sentía sumamente impotente al no poder deshacer de una buena vez el lazo tan profundo que me mantenía unida a Yong Guk. Lo amaba seriamente aunque solo lo admitiera en mis pensamientos; nuestro amor era unilateral y un imposible. Los dos lo sabíamos muy bien sin embargo aveces me ponía a analizar como hubiera sido nuestra relación sin todos los factores de por medio.
Sentí un apretón y unos musculosos brazos rodearme causando que me sobresaltara y entrará en pánico. --No estabas a mi lado, pensé que te habías marchado.-- El aliento de Yong Guk chocaba contra mi cuello y oídos en cambio sus palabras martillaban mi corazón. Desuni el abrazo y tomándolo de los antebrazos lo observe fijamente a los ojos.
Al conectar nuestras miradas no basto nada y presurosamente recorrí la escasa distancia que nos separaba, enterré el rostro en su pecho y mis manos en su espalda, aferrándome por ultima vez.
--Soo Ra... no lo hagas.-- A los segundos sentí sus extremidades envolverme y un liquido salado recorrerme un hombro. Suspire y logre refrenar un instante mis escandalosas lagrimas para después observar sus facciones.
--Oppa... Ha sido un tiempo sin hablar.-- Apretó más su agarre en mi.-- Incline mi faz y la recargue en su pecho, apreté mis ojos, sorbí mi nariz y lo observe de nuevo.
--Soo Ra, primero que nada vamos a tranquilizarnos y pensar las cosas.-- Me separo de el realizando en un santiamén un escáner de mi figura. --Primero deja que oppa vaya a una tienda cercana a comprar ropa, medicina y alimentos. Puedes usar el baño de la habitación y asearte mientras voy al supermercado.-- De una mesa de noche tomo las llaves de su camioneta, su camisa gastada y salió de la sala dando un portazo.
Me quede inmóvil donde me había dejado; observe el lugar en el que estábamos, encontré un espejo y por inercia fui a el. Cerré los ojos y los abrí de nuevo, la persona que estaba frente a mi no era yo, de ninguna manera podría ser Gong Soo Ra, hija de Gong Hyuk Min y Lee Geu Shin. Era solo el fantasma de ese individuo; lucia tan demacrada, cansada, llena de impotencia, sueños quebrados y sobre todo lucia como el resultado de un calvario de un amor imposible.
La palabra imposible, ahora por fin la sentía, notaba todo tipo de limitaciones y felicidad inalcanzable; eso era correcto mi alma no se sentía llena y realizada pues ella misma era consciente que era una aberración estar unida a su complemento. Era como un ser vivo ambulante y sin propósito.
Era firme en seguir lo correcto antes de los peligrosos y dañinos deseos de mi corazón e instintos; si quería librarme y seguir adelante debía mantenerme fuerte y no caer en tentaciones efímeras. El amor hacia Yong Guk era una realidad profunda, pero era algo que no se podía hacer, pues todo lo bueno, puro y correcto estaba en contra. Mi alma estaba en su punto máximo, un segundo mas y no lo podría soportar.
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Shooting.
FanfictionA veces no conviene ser tan estudiosa como Soo Ra. ¿Por qué siendo tan cuidadosa y precavida tuvo que ser secuestrada cuando salía realmente tarde de la universidad?