|Capitulo 7|

973 113 1
                                    

|AARON|

Camine por los pasillos para ir a mi habitacion, cuando me detengo al captar el aroma de Maureen, la puerta de su habitacion se encontraba entre abierta, me asomo  solo para verla envuelva en la cobija teniendo un ataque de tos pero siguiendo en los brazos de Morfeo  y con las ventanas abiertas dejando entra el frio de la noche.

—Daga —Susurre cerrando la puerta.

—Si mi príncipe

—Mañana al amanecer llévale un remedio para la gripe a la dama.

—Por supuesto, le diré al medico imperial.

(...)

|MAUREEN|

Esta mañana había despertado con un inmenso calor, no puré evitar sorprenderme al ver las ventanas cerradas que yo había dejado abiertas anoche. Pero el lado bueno es que ya estaba curada de la gripe por un remedio que me entrego Daga.

Actualmente me encontraba caminando hacia la salida del palacio donde me encuentro con un grupo de damas en donde mas destacaba la princesa Zoey, tenia el cabello negro del rey y los ojos azules como Aaron.

—Buenos días princesa —Hice una pequeña reverencia a tenerla al frente.

—Ahora que te veo bien, no estas tan...mal supongo —Comento con una ceja arrugada, las compañeros de la princesa comenzaron a susurrar entre ellas.

—Es bastante alta, debe medir casi 2 metros.

—Viste su cabello, sus puntas estan pintadas.

—Aunque no entiendo que te vio mi hermano te vez muy simple y aburrida, estaba mas bonita Yun Mei —Comento la princesa.

—¿Yun Mei?

—Si, la ex prometida de mi hermano —Responde de forma provocativa.

—Princesa Zoey su carruaje esta listo —Aviso una sirvienta con una reverencia, antes que Zoey pudiera decir algo hable rápidamente.

—Con permiso.

O sin el

—Me retiro.

Rápidamente me retiro, el palacio no estaba tan lejos de la parte oeste de Vesa asi que llegue rápidamente a la tienda tomando atajo.

—Cachorro —Madre me saludo con una sonrisa para hacerme señal para entrar por la puerta de atrás.

 Al entrar mi madre cerro la puerta y me mira con seriedad. Sentí mi mano sudar, mi madre se sienta en el sofá y me hace una señal para que me siente, sus ojos me miraron preocupados.

—Maureen, el mayordomo ya nos dijo todo, pero cachorro ¿estas seguro de esto? ser el compañero de un príncipe asi sea temporal  puede ser mas una condena que algo bueno —Comento —El príncipe tal vez sea un buen chico, pero la corte es lo mas me preocupa puede acusarte de algo y luego ejecutarte, Kieran y tu son mayores de edad pero son jóvenes cachorros. 

—No te preocupes madre, estaré bien —Digo con seguridad.

—Cualquier cosa avísanos, tal vez no seamos reyes...—Una sonrisa oscura con forma en su rostro—Pero tenemos poder

Sonrió nerviosamente, a veces olvido que madre daba miedo cuando usaba su voz de alfa.

—Pero cambiando el tema, tu hermano Kieran esta aquí mañana —Dice con alegría parándose del sofá y regando sus feromonas por toda la sala.

(...)

Estaba oscureciendo cuando decidí volver al castillo, cuando llegue salude a los guardias que uno de casualidad era el que me llevo ante el rey ese día, mientras caminaba por los pasillos algunas personas sin ningún disimulo alguno me señalaban.

Justo por donde caminaba venia  la reina caminar, su cabello castaño medio  estaba recogido de forma elegante, ojos verdes pasto pero tenían un toque frio, llevaba un vestido rojo igual que sus labios.

—Mi reina —Dijeron todos al uniso cuando llego casi frente a mi.

—¡Oh! tu debe ser Maureen Molan —La reina Leila comento al notarme para luego sonreír falsedad —Escuche muchas cosas sobre ti , me gustaría que tomaras el té conmigo mañana para conocernos mas.

Me quede callada, dudando si acertar o no, estoy en publico y rechazar a la reina seria mal visto, se sentían mil miradas  sobre mi.

Sera asi siempre

Agradezco que esto sea temporal

—Claro —Respondí Fingiendo una sonrisa,

—Que bueno —Dice y luego se va.

(...) 

La noche estaba en su máxima esplendor a ser media noche, no podía reconciliar el sueño me pare de la cama y camine hacia la ventana, entre las sombras puré ver al príncipe  como el día que lo conocí ósea  solo se pondría ver sus ojos.

—Me pregunto ¿Qué estará haciendo el príncipe?.


MárcameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora