||MAUREEN||
¿Que carajos hace el principe en las noches?
Con esa pregunta en la cabeza, cierro el libro que estaba leyendo para mirar la ventana de la habitacion como si me fuera a dar la respuesta que buscaba, había visto al príncipe llegar en la madrugada junto a Daga y otros guardias.
Habia desayunado completamente sola pero entendible, lo que sea que estaba haciendo lo dejo cansando.
El ruido de los jardines llegaron a la habitacion que fue inevitable, Falta poco para el cumpleaños del rey y todo estaba en constante movimiento que no había lugar algunos en la que no hubiera mucha gente o ruido.
Un toque en la puerta me hizo sobresaltar:—Señorita Maureen, el almuerzo ya esta listo
Me paro rápidamente de mi asiento para abrir la puerta y ir al comedor, pero al tan solo abrirla entraron dos sirventés con un carrito de servicio con comida diferente en cada plato.
—El príncipe heredero esta muy ocupado y no puede comer con usted —Daga comento a ver mi rostro ligeramente sorprendido, los sirvientes salieron rápidamente de la habitacion.
—¡Claro! debe estar muy ocupado —Digo y Daga me mira con una ligera sonrisa, observo como se retira había abierto mi boca ligeramente pero no había dicho nada.
Me siento en la pequeña mesa agarrando los cubiertos para comer.
(...)
¿Qué pasa si en realidad es parte de un culto oscuro?
—Oh en realidad es un héroe que lucha contra criminales en la noche como el lobo —Comente en voz mirando el techo de la habitacion.
Tantas posibilidades.
—Debería dejar de leer tanto —Comente viendo la pila de novelas que me había dedicado a leer desde que llegue aquí.
Mi vida en el palacio es...aburrida, en la tienda tenia cosas que hacer.
—¡Tengo que hacer algo! —Exclame alzando los brazos arrogando la almohada al suelo accidentalmente.
Luego de una corta sesión de estirar los huesos salgo de mi habitacion, El sol se estaba ocultando vi a unas criadas que al verme se quedaron paradas y rápidamente se devolvieron de donde vinieron con un ligero sonrojo en sus mejillas y susurrando entre ellas.
ignore aquello y camine por los pasillos hasta que llegue a la oficina de Aaron pero la duda me comenzaba a llegar.
¿Debería tocar?
—Tal vez debería irme —Murmure para mi misma, antes que pensara en mi debate interno sobre tocar o no tocar, la puerta es abierta de golpe haciéndome sobresaltar.
—Señorita Maureen me alegra que este aquí—Susurro Daga cerrando la puerta estando los dos e el pasillo.
—Hueles a angustia ¿paso algo malo? —Pregunte captando su aroma, Daga tomo una profunda respiración.
—Señorita Maureen, el príncipe no a comido en todo el día y no esta dispuesto a comer hasta que termine su papeleo y en palabras sencilla como dice la juventud hoy en día se ve como la mierda.
Juventud de hoy en día, daga no parece llevarme ni 2 años.
—Necesito que me ayudes a convencerlo de comer por lo menos
—Claro —Respondí para al segundo ser empujada dentro de la oficina y ver a Daga cerrar la puerta.
—Maureen —La voz de Aaron me saco del shock —¿Necesitas algo?
—No...en realidad viene a ver si necesitabas ayuda —Comente y admito que Daga tenia razón, Aaron parecía sin energía y con ojeras.
Su boca se abre ligeramente para cerrarla, se queda callado unos segundos para luego mirarme :—Separada esos papeles por fechas desde los mas recientes hasta los nuevos pon que te parecen importantes de primera.
—Claro —Comente agarrando los papeles que señalo mientras empezaba a leer y sentarme a su lado.
El silencio se volvió cómodo con el calor de la chimenea en la habitacion.
—¿Cenaste? —Pregunte.
sabia la repuesta pero mejor me hago la que no sabe nada.
—No tengo...—Aaron lo Interrumpió su propio estomago.
—Querida, deberías comer para tener energías para seguir — Sugerí en tono persuasivo.
—...Bien—Susurro y la puerta había sido abierta por Daga que tenia una bandeja en su mano.
—La cena para ambos mi príncipe —Dice Daga poniendo la bandeja frente a nosotros y retirarse no sin antes darme rápidamente un guiño.
—Bien hecho —Lo escuche decir en un susurro, Aaron y yo comimos en un cómodo silencio mientras hacíamos el papeleo.
Estaba tan concentrada que casi me sobresalto a sentir un peso en mi hombro, miro de reojo a Aaron dormido en mi hombro, una sonrisa adorno mis labios.
Un extraño sentimiento estaba instalándose dentro de mi al ver un vendaje en su brazo que había sido oculto en sus ropajes, mire el rostro relajado de Aaron lo hacia ver como una belleza etérea.
—Quiero ser un buen compañero para ti—Susurre de repente como si mi boca estuviera conectada con mis sentimientos, suelto una ligera risa y le un ligero beso en su frente mientras descansaba en mi hombro.
Esto puede tener fecha limite pero seré el mejor compañero que alguien puede tener.
(...)
La luz del sol entraba por la ventana iluminando el comedor, Aaron y yo nos encontramos desayunando en tranquilidad.
—Mañana no podre cenar contigo —Comento, lo mire y asisto con mi cabeza.
— Debe ser muy importante —Comente con una ligera sonrisa, Aaron abre su boca ligeramente —Solo ten cuidado.
—Lo tendré.
Al terminar de desayunar y estar los dos en el pasillos caminando acompañados por los guardias, Aaron me sonríe con cierta picardía:—Por cierto te tengo una sorpresa.
—¡Oh! ¿Enserio? ¿Cual?
El entusiasmo me había llegado junto a la curiosidad, Aaron me señalo una habitacion y esta es abierta por uno de los guardias donde a donde me hizo una señal para que entrada.
—Buenos días señorita soy Doria y tengo lo mejores telas y vestidos de este reino —Una mujer con una sonrisa de comerciante se presento, dentro de la habitacion había cofres de joyas, ropa, accesorios junto a muchas doncellas mas.
—¡¡Como que tu!! —Una voz en el fondo grito indignada
—No le preste atención mi dama confié en mi, por cierto este vestido dorado combinaría con sus ojos hermosos.
Mire a Aaron que seguía con esa sonrisa.
—Todo esta a mi cuenta elige todo lo que quieras —Dice antes de irse y ser yo atacada por un montón de personas con joyas y ropa.
|Feliz san valentin atrasado :)
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Márcame
FantasyLos chismes de la realeza es lo que menos le importa a alguien como Maureen que vivía en su pequeña tienda y su vida de tranquila si no fuera porque ayudo aquel omega. Si alguien le hubiera dicho que aquel omega era el hijo mayor del rey. Mujer alfa...