11 | Moretones

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No había rastro de sangre, quité las sábanas de mi cuerpo y junto con Matt revisamos todo.

— Es sangre de la herida de mi brazo — comentó Matt y respiré aliviada.

— Por Dios por un momento pensé que por todo esto lo había perdido — me tumbe sobre la cama — Esto no debía suceder.

— Menos mal tu empezaste — se acostó juntó a mi.

No sabía que decir, era la verdad yo había iniciado todo, me queda claro que no hay peor cosa que una mujer con ganas.

— ¿No dirás nada? — preguntó.

— Ésto nunca pasó — amenacé.

— Oh tendremos una aventura a escondidas — Dijo Pícaro.

— Cállate Matt, enserio esto no debía suceder, estoy confundida y tu solo logras empeorar las cosas.

— Tus gemidos decían lo contrario —lo miré de mala gana — No hay presiones — Comentó y creo que sentí un poco de alivio con eso.

Fui hasta la ducha y quité todo rastro de su cuerpo en mi piel, me acosté dándole la espalda, se duchó, cambió las sábanas y volvió a la cama, me abrazó y solo pude cerrar mis ojos.

Desperté adolorida y no es para menos con todo lo que me hizo, giré para no encontrarlo, como siempre.

Yo estoy tonta creer que estaría aquí al despertar, no Zoe a ti definitivamente te falta un tornillo.

Me senté y estiré mi cuerpo, vi como la puerta se abría y entraba Matt con una bandeja de desayuno.

Inmediatamente una sonrisa se formó en mi rostro.

— Buenos días preciosa — debo seguirle el juego, Zoe concéntrate.

— Buenos días — dejó la bandeja de desayuno junto a mi, dió un beso en mi frente y se dirigió al baño.

Comi de todo un poco y casi me atraganto al verlo salir con la toalla envuelta en su cintura, dejando su torso descubierto, que increíble vista, todo eso toqué ayer, tiene algunas marcas en su pecho y cuello.

— ¿Quieres un babero? — dijo y yo reaccioné, demonios me descubrió viéndolo.

— Nada que no haya visto antes — su sonrisa se borró, entró al inmenso closet y salió con un traje solo en la parte superior mientras que abajo solo tenía su bóxer.

— Tengo una reunión y no quiero vestirme por completo — no pude evitar reírme de como iba a su reunión, lo vi salir, terminé el desayuno.

Me duché, estaba por cambiarme cuando me observé en el espejo, tenía el cuello y el pecho lleno de moretones obviamente producto de los salvajes besos de Matt.

Que carajos, intenté cubrirlos con maquillaje pero este no es mi tono y quedó mucho peor, quité el maquillaje y decidí bajar así, ya que podía hacer.

— Woow alguien tuvo una noche muy salvaje — ese era Miguel, lo mire de mala gana y encendí el TV para buscar alguna película.

— He acabado la reunión — gire para volver a ver a Matt en bóxer y formal de la cintura para arriba.

— Alguien pasó una buena noche mira el cuello de Matt — mis ojos fueron directos allí por Dios, tiene mucho más que yo.

No podía darle el gusto de que Miguel se siguiera burlando.

— ¿Envidia querido? — pregunté y su sonrisa se redujo.

— No querida, suficiente tengo con Verónica — recordé que está castigada.

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