Capítulo 5. Se me olvidó que estaba un poco roto...

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Capítulo 5. Se me olvidó que estaba un poco roto, reparas en segundos lo que tocas.

PHUPHA

No pudo dormir la noche entera pero no se siente cansado. Aunque sus ojos están bordeados por profundas ojeras, él se siente vivo y alerta, es como si sus ojos miraran al mundo por primera vez. Justo ahora está caminando hacia la oficina del profesor Chaiwimol y no siente nerviosismo alguno. De hecho, desde la tarde que pasó ayer hablando con Tian su corazón parece nuevo también. Es como si la luz de Tian lo hubiera envuelto, como si algunas de las estrellas de la sonrisa de aquel chico se hubieran quedado a vivir en su propio ser.

Una sonrisa suave se dibuja en sus labios al recordar por enésima vez la tarde anterior, en realidad no ha hecho más que revivirla una y mil veces. Ha repetido sin parar sus momentos favoritos y quisiera poder tatuarse la sonrisa de Tian en la frente. Él jamás ha sido bueno para socializar pero entre él y Tian todo fluyó de modo sencillo. No quiere pecar de romántico sin esperanza pero por varios momentos le pareció que su alma ya se había encontrado con Tian en otros mil universos y en todos ellos, ambos se habían encontrado sintiendo esa conexión instantánea que surgió entre los dos. Al lado de Tian todo parece sencillo. Al lado de Tian él puede olvidar que hay miles de cicatrices en su corazón.

La sonrisa se hace más ancha en sus labios y aunque eso no sería propio de su carácter, el chico tiene ganas de ponerse a bailar mientras camina. Jamás se había sentido de ese modo, como si todo fuera posible en el universo para alguien como él. Y es que es increíble que un chico que nació rodeado de montañas y carencias se sienta ahora como dueño del universo simplemente porque en su vida hay una persona que lo mira como Tian lo mira a él.

Y sí, él sabe que está dejándose llevar por lo que siente. Él sabe que quizá Tian ni siquiera siente ese mar de emociones confusas que lo inundan a él. Él sabe que Tian sólo necesita un artista para ayudarlo con su proyecto final pero eso no importa demasiado porque de todos modos Tian lo eligió a él ¿no es así? Lo eligió a él cuando pudo haber elegido a cualquier otra persona, no es extraño que los estudiantes de medicina suelan acercarse a los estudiantes de arte para pedir ayuda con sus modelos anatómicos. Pero ese es un inicio tan bueno como cualquier otro para Phupha cuyo único deseo, el de poder estar cerca de Tian para conocerlo mejor, es una realidad ahora.

Phupha suspira y su mente viaja una vez más hasta ese momento en el que sujetó a Tian con fuerza entre sus brazos cuando se dio cuenta de que éste estaba a punto de caerse. En aquel instante, Phupha había mirado ya el cartel de cerrado sobre la puerta de entrada a la cafetería y había estado a punto de dar media vuelta pensando que quizá Tian había aceptado la invitación de Longtae y Rang para ir al cine. Pero entonces, la puerta se abrió y Tian parecía apurado y cuando lo vio tropezar, Phupha corrió a él para sostenerlo entre sus brazos y ayudarlo a recuperar el equilibrio.

—Tian, ¿estás bien?— preguntó él y se dio cuenta de que lo había llamado por su nombre a pesar de que no se lo había preguntado antes.

—¿Sabes mi nombre?— interrogó a su vez Tian y él solo pudo responder que sí, que Longtae se lo había dicho.

Y entonces Tian le había dicho que podía llamarlo como quisiera y los dos se habían quedado quietos, mirándose a los ojos sin alejarse el uno del otro. Phupha estaba consciente de que debía dejarlo ir pero ¿cómo hacerlo? No podía porque los ojos de Tian lo estaban mirando como si él fuera un milagro hermoso. No podía alejarse de él porque tener en sus brazos a aquel chico se sentía bien, se sentía correcto.

—Deberíamos entrar— dijo Tian al fin—. La gente va a empezar a señalarnos si nos quedamos así por siempre, ¿no crees?

Phupha había asentido y sintiendo que le costaba un esfuerzo terrible soltó a Tian simplemente para seguirlo al interior de la cafetería. Él sabía que sí, era más que probable que las personas comenzaran a señalarlos al verlos estar así de cerca y tomando en cuenta la velocidad con la que los rumores corrían en la escuela, lo mejor era apartarse de la vista de todos. Aún era demasiado pronto para que las personas hablaran de él. No quería que nadie hablara de algo que era tan especial para él a pesar de no haber empezado todavía.

Ojalá que tú. Ojalá que yo. Ojalá que sí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora