𝐏𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐨𝐭𝐫𝐨 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 | 𝐅𝐌𝐀𝐁 |

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Son las 10 en punto de la mañana.

El papeleo tomó unos buenos 40 minutos, todo para que embarcara su último viaje al desguace.

Y, ahora mismo, estamos en el tráfico horrible de "la 80", una avenida que siempre está congestionada, sin importar el día o la hora, al son de la salsa, y con la bendición de un ambiente frío gracias al aire acondicionado del coche.

Edward se sorprendió demasiado al escuchar el término "Aire acondicionado", igual que Alphonse, ahora mismo ambos miran por la ventana, apreciando la urbe que los rodea, el de trenzas, esta impaciente, se le nota en su mirada.

Estamos perdiendo tiempo.

Mucho tiempo, teniendo en cuenta el peligro que implica tener a ese mutante suelto.

—Y... ¿Para donde van?.—Preguntó papá.

—Eh... Para el parque Arví*... Es que... Ellos querían ver algo de naturaleza local y eso, así que, que mejor lugar que allá je je...

—Se hubieran podido ir en metro, ya hubieran llegado hace raaaato...

—Seh... Es verdad... Pero creo que...—Hago una breve pausa para pensar una buena excusa.—El chico de la armadura atraería demasiada atención.

—Pues se la hubiera quitado...

—Si... Pero, a él le gusta mucho tenerla, le he dicho y... Bueno...

—Cada quien con sus gustos.—Suspiró papá.—Ashley... Lo siento como raro... ¿Todo bien?.

—Pues... No es que haya sido una buena semana, y ahora sin carro, sin universidad, sin Plata, sin...

—Pere pere, ¿Como así que sin universidad?.

Ay marica... Cierto que no le he contado...

—Me tocará pedir papeles porque...

—¿Como así?.—Respondió alterado.—Ashley pero si yo pagué el...

—Papá, me tocó hacerlo porque unas alebrestadas de mierda les dio por protestar en el campus, y y y... Y les tocó cancelar las clases y y y... Hicieron un campamento, y entonces...—Para este punto ya tenía unas pequeñas lágrimas formándose en mis ojos.—Papá, no quiero afectar a nadie más, ¿okay?, dijeron que si me ibo yo... Ellas se largaban a la gran puta mierda como debe ser esas pelipintadas setentahijuepu...

—Ashley, hágame el favor de calmarse, también no se ponga a decir groserías qué hay niños atrás.—Me reprime papá.

—Ni las entienden pero...

—Míreme papito...

—¿Que pasó?

El me toca el hombro, y yo giro mi rostro para encontrar su mirada

—Yo voy a hacer lo que sea para buscar un abogado y demandar a esa niñita, al papá, o cualquier chivo expiatorio... al que sea...—Sentenció Papá, irritado.

—N-No, papá no hagamos nada al...

—¿¡Es que usted es huevón!?, eso es difamación y con eso se puede ir al pedregal*, por ridícula.—Respondió mi papá, el rebuznó de la molestia, y sus nudillos se tornan blancos por la presión que ejerce en el volante.

—Estamos en Colombia papá, lo más probable es que archiven el caso, como siempre...

—Tsk, vuelvo y pregunto, ¿usted es huevón?, ¡acuérdese que yo soy un teniente Coronel de la policia de carreteras!.—Alardeó con orgullo.