Capítulo 9

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Fueron al mercado tradicional un sábado frío después de que Lisa recogiera a Jennie en su oficina. Lisa estaba casi siempre de pie comiendo un bocadillo en la calle y sostenía la bolsa de plástico mientras Jennie elegía y pujaba por las cosas que necesitaba.

Lisa recordó la última vez que vino al mercado tradicional. Fue hace mucho tiempo. Probablemente cuando aún estaba en la facultad de medicina.

"Creo que ya tenemos los ingredientes necesarios". dijo Jennie mientras pagaba las compras.

Lisa masticó el Toppoki mientras lo pasaba por su boca porque estaba realmente caliente.

"Oye, oye, te vas a quemar la boca con eso". Frunció el ceño con desaprobación.

"Esto está muy bueno. ¿Quieres probar?" Lisa sopló el Toppoki. Jennie negó con la cabeza.

"Vamos a casa, Lisa". Llevó parte de la bolsa de plástico y luego caminaron hacia el aparcamiento.


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"Nini, ¿podemos echarnos una siesta antes de empezar a cocinar?" Lisa bostezó mientras ponía la compra en la nevera.

"¿Nosotras?"

"¿Woaaabb?" Volvió a bostezar.

"¿Quieres dormir la siesta conmigo? Has dicho nosotras". Jennie le sonrió.

Burlarse así era totalmente divertido para las dos. Tal vez la respuesta de los demás las mantuviera entretenidas aunque en el interior de su corazón, la broma o la burla hiciera que su corazón latiera un poco más rápido de lo normal.

"¡No!" Lisa fue sorprendida con la guardia baja, sus mejillas empezaron a cambiar de color a un tono rosado. "Quiero decir que quiero tomar una siesta, sola, en mi habitación, en mi propia cama". Tartamudeó y luego giró la cabeza hacia la nevera concentrándose en lo que estaba haciendo, ignorando a Jennie que se reía. Estaba feliz haciendo tartamudear a Lisa.

"Despiértame si duermo mucho. No te pongas a cocinar sin mí" La chica alta salió de la cocina de espaldas a Jennie. Lisa se tumbó de espaldas en la cama, tapándose la cara con la almohada. Inspiró y espiró un par de veces antes de que su errático corazón se volviera más lento.

"Estás jugando con mi cabeza, Jennie. ¿Qué estás haciendo? ¿Qué demonios estás haciendo?" Suspiró con fuerza.

"¿Por qué haces esto?" Ella puede sentirlo. Los muros que construyó se derritieron lentamente. Sacudió la cabeza con fuerza.

"¡Contrólate, Lalisa! Es sólo una desconocida que casualmente vive contigo. Ella no vale la pena. Ella no vale para otro dolor. Sólo está siendo educada. Sí, educada". Murmuró la misma mantra una y otra vez. Agarró su almohada y cerró los ojos. Finalmente hizo lo mejor que solía hacer; cerrar el problema e ignorarlo durante el mayor tiempo posible.


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Lisa se despertó bruscamente cuando oyó que llamaban a la puerta haciendo que su cabeza palpitara. La cabeza de Jennie apareció parcialmente a través de la puerta ligeramente abierta.

"¿Estás despierta?"

"Sí", respondió con voz ronca. "Me ducharé primero y luego me reuniré contigo"

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