Capítulo 24

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-Parte 1-

No lloró.

Quería hacerlo, pero estaba entumecida. La privación de sensaciones era su primer mecanismo de defensa. Le gustaba controlar cualquier emoción que sintiera y parecer dura para que nadie pudiera doblegarla.

Salió de su auto, lo cerró con llave y se dirigió al muelle. Sacó su teléfono y pulsó el botón. La imagen de la pantalla de bloqueo desgarró aún más su corazón herido.

57 llamadas perdidas.

31 mensajes de texto

Apagó el teléfono y lo volvió a guardar en el bolsillo. Se tumbó de espaldas, mirando al cielo crepuscular. El viento era algo áspero y abofeteaba su rostro cansado. Había conducido por la ciudad antes de llegar aquí.

Se le escapó una risita por ser tan tonta. Lo que sea que haya sucedido entre ella y Jennie parecía demasiado tonto para ser cierto. En poco tiempo se dejó llevar por la belleza de una desconocida hasta el punto de perder el control de sí misma.

Cerró los ojos suplicando a cada célula de su cuerpo que se curara más rápido.

Decepción.

Ira.

Tristeza.

Se fundieron en uno solo.

Había una pequeña parte de ella que quería volver a arrastrarse hasta Jennie como fuera, para escuchar sus explicaciones, para rogarle que dejara a ese tipo, fuera quien fuera, por ella.

Su psiquiatra le dijo una vez que el grito podía ayudar, pero no tenía ningún deseo de hacerlo.

Su buscapersonas emitió un pitido indicando que alguien la llamaba. Suspiró ante el código de emergencia. Quería tener tiempo para sí misma, pero la gente la 'poseía'. Tenía que servirles como fuera.

Se levantó. Se dirigía a su auto cuando vio un viejo árbol en su camino.

El pobre árbol se convirtió en el objetivo de sus puños.


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Lisa aceleró sus pasos hacia la emergencia. Escondió las manos dentro de su chaqueta. Le dolía más, pero era mejor que mostrarlo, entonces todo el mundo hacía un escándalo por ello.

"Alguien me llamó a emergencias, ¿dónde está?" Preguntó a la enfermera del puesto de enfermería.

"Aquí está tu emergencia", Jisoo cruzó los brazos sobre su pecho. Lisa frunció el ceño y le lanzó una mirada. No estaba dispuesta a aceptar el juego de Jisoo, fuera lo que fuera. Con el rabillo del ojo vio a su amiga de baja estatura acercándose a ella.

"En serio, ¿dónde está mi paciente?" Instó a la enfermera.

"No... no lo sé doctora, que yo sepa no tenemos ningún traumatismo torácico esta noche", respondió la joven. "Tampoco hay consulta para usted".

"Ya te dije que soy tu emergencia". Afirmó Jisoo con facilidad. "¿Dónde has estado?" Apoyó el brazo en la mesa.

"¡No tengo tiempo para esto, Kim Jisoo!" Estaba a punto de salir de allí cuando Jisoo le pellizcó el codo y le impidió avanzar. La cirujana general la arrastró a la sala de trauma número 1 mientras cerraba la puerta y la ventana con un rápido movimiento.

"¡Jennie está muy preocupada por ti!" siseó a la doctora de baja estatura. "¡¿Dónde has estado?!"

"Lo voy a decir una vez y no lo voy a repetir. Métete en tus asuntos". Ella pronunció cada palabra con dureza.

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