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Capítulo 20

-Parte 1-

Jadeó al ver a la alta humana que inclinaba la cabeza hacia el armario de la pared mientras con una mano sostenía una olla llena de café en polvo y con la otra agarraba una cuchara. Su cuerpo estaba inmóvil y su respiración era constante.

Se dio cuenta de que aquella mujer estaba durmiendo mientras estaba de pie.

Acarició a Lisa, mano que consiguió que ésta diera un brusco salto. Lisa se sobresaltó por el repentino contacto.

"¡Lo siento! No quería sorprenderte". Jennie salvó rápidamente el vaso antes de que cayera. "Duermes de pie, Lisa-ah. ¿Estás bien?"

"S-sí, estoy bien". Ella se limpió la boca. "Sólo quería prepararnos un poco de café". Bostezó.

"¿A qué hora llegaste a casa anoche?"

"Acabo de llegar..." miró su reloj. "Hace quince minutos. Guau, ha sido el sueño más efectivo que he tenido en días", se frotó los ojos. "Tengo que ducharme. Luego tengo presentaciones de casos de residentes, internos que enseñar, reunión con las juntas y..."

¡Hatchim! ¡Hatchim! ¡Hatchim!

Se sonó la nariz en el fregadero. Parpadeó un par de veces mientras las lágrimas se formaban. Le dolían los ojos, tenía la nariz y las mejillas enrojecidas y sentía la cabeza más ligera.

"¿Te importa hacer el café? Realmente lo necesito", dijo Lisa con los ojos entreabiertos.

"No creo que el café sea una buena idea". Jennie puso el dorso de su mano en la frente de Lisa sintiendo la sensación de ardor en su piel.

"Estás caliente".

"Gracias", Lisa sonrió débilmente.

"¡¿Qué?! No ese calor," ella sacudió la cabeza furiosamente. "Quiero decir caliente-caliente. Tienes fiebre, Lisa-ah". Jennie la llevó a la silla. La doctora se desplomó en cuanto su trasero tocó la madera. "¿Puedes decir que estás enferma? No puedes trabajar en este estado".

"No, estoy bien. Es sólo un resfriado. Se me pasará enseguida", respondió ella. "Tengo mucho trabajo, Nini. Ya he cancelado el laboratorio de habilidades dos veces. No puedo decepcionarlos de nuevo".

"Has trabajado demasiado últimamente. Necesitas descansar, no eres un robot", Jennie trajo dos tazones mientras sacaba rápidamente los cereales del armario y un cartón de leche de la nevera.

Lisa tenía la cabeza sobre la mesa. "No entiendo por qué la mayoría de los cirujanos de Corea no se interesan por la cirugía cardiotorácica, todos se dedican a la plástica o a la ortopedia o a la urología o a la general", sorbió la saliva. "Mi trabajo es un reto, el dinero no está mal, estoy cansada de estar sola y Dahyun se graduará el año que viene. ¿Cómo voy a hacer todo este año?". Murmuró, hizo una mueca al pensar en manejar todos los trabajos ella sola.

"Quiero ayudarte, pero sinceramente tampoco sé qué hacer, Lisa-ah. ¿Has hablado con la junta directiva al respecto?". Jennie sirvió algunos cereales y leche en los cuencos y los puso cerca de Lisa.

"Nos quedamos sin alimentos, lo siento pero no tenemos nada más que cereales esta mañana, iré a hacer la compra más tarde. Vamos a comer" le dio una palmadita a la mano de Lisa.

"Lo he hecho, me han dicho que están buscando en los candidatos ahora mismo. Es un poco difícil, ya sabes. Somos un hospital universitario, necesitan requisitos específicos para contratar a la gente".