Nuestro Takemichi

6

El fin de semana pasó muy rápido, cuando menos lo notaron ya era lunes. Dos días en los que pudieron relajarse o al menos distraerse de sus tareas diarias.

—Takemichi. Levantate. Vas a llegar tarde al trabajo— dijo Senju mientras le arrebataba la frazada al pelinegro.

—¿Qué hora es?— pregunto adormilado.

—Son las 9:20— respondió la chica.

—Debo apurarme— el ojiazul se apresuró a buscar su ropa y la peliblanca salía del cuarto.

Era una mañana muy tranquila, ocurría lo mismo de siempre, Hinata y Mikey desayunando, Haruchiyo en la cocina, muy normal.

Senju observaba a su alrededor, Takemichi ya estaba listo para salir, sólo le faltaba desayunar y podría irse junto a la pelinaranja y Manjiro.
Sintió como su celular sonaba así que se fijó en la notificaciones y en medio de eso pudo ver como figuraba el nombre de "Yuzuha".

La había conocido en una de las reuniones de los amigos de sus parejas, la hermana mayor de Hakkai. Se llevaban bien, y mantenían el contacto desde entonces.

Yuzuha

°Senju-chan Hola. Acabo de volver a Tokio, me gustaría reunirme con Emma, tu y Hina. ¿Están libres está tarde?

                                                         Senju

Yuzu-chan, me alegro que hayas regresado. Estoy en casa con Hina. Y le preguntaré si está libre está tarde.

°Que bien. Ya le envié mensaje a Emma. Dijo que si...

Hina aceptó. ¿A que hora nos reuniremos?

°¿Les parece a las cinco de la tarde, en frente de la tienda de motos de Shinichiro?

Sii. Nos vemos a esa hora Yuzu-chan

°Estoy emocionada por verlas!!

Mientras Senju seguía respondiendo los mensajes de su amiga, Haruchiyo apuraba a Manjiro, Takemichi y Hinata, se les había echo demasiado tarde.

Como Akkun les había dicho días atrás que su esposa estaba enferma, la peluquería/barbería iba a estar cerrada, y eso significaba días libres.
No volvió a mandar mensajes diciéndoles que retomarán las actividades normales así que los hermanos Akashi se quedarían en casa durante varios días.

—¿Así que tu y Hinata se reunirán con Shiba?— pregunto Haruchiyo sentándose frente a ella en la mesa de la sala.

—Si. Tal vez tardemos. Cualquier cosa les enviaremos un mensaje— respondió la peliblanca a su hermano, este solo asintió con su cabeza.

—Debo irme ahora. Por alguna razón, recibí un mensaje de Kokonoi hoy a la madrugada. No tardaré...— habló el pelirosa encaminandose hacia la puerta principal de la casa.

—Ve Haru. Yo cuidaré la casa— con confianza llevo sus manos a su cintura viéndose muy orgullosa de si misma.

—Cualquier cosa, deje comida en el refrigerador. No toques el horno o el microondas— le advirtió el de las cicatrices a su hermana y salió de la casa.

Ella se quedó mirando un rato como su hermano iba desapareciendo a la distancia, hasta que lo perdió de vista. Fue hasta el sillón y comenzó a ver programas de televisión, el aburrimiento comenzaba a llegar con el pasar de las horas.