—¡Ya son las ocho y media!— entró Shinichiro al cuarto que era de Mikey.
Hace años que ya no lo despertaba de esa manera, pero se acordó que tenía visitas.Vio a su hermano y a Haruchiyo durmiendo en el suelo, Takemichi dormía en el sofá, y las dos chicas en la cama de Manjiro.
—¿Porque vienes a levantarnos? Ya íbamos a ir— dijo Mikey aún somnoliento, se levantó por un momento pero regresó a dormir porque era temprano.
—Emma está repartiendo el pastel de Keitaro. Si no vienes ya no va a quedar. Adios— trato de sonar convincente el mayor. Sabía que su hermanito adoraba los dulces, y sin dudas se iba a despertar para comer.
—Mikey-kun alejate de esos taiyakis— escuchó murmurar a Takemichi.
Entonces, la bestia de los dulces se despertó. La mirada salvaje y hambrienta de Mikey asusto a Shinichiro. Y velozmente se puso unas chanclas y se encaminó a la cocina.
Quedó asombrado por lo que vio, así que lo siguió. Al llegar lo encontró devorando la porción de pastel que le dio Emma.
—Shin-nii. ¿Los demás ya están despiertos?—pregunto la rubia aún con el cuchillo en la mano.
El más alto trago saliva.
—No. Pero si quieres voy a despertarlos— e inmediatamente salió corriendo.
No tardo mucho en volver. Y le comentó a su hermanita que Hina y Senju tenían una resaca horrible, al igual que el Hanagaki.
El pelirosa acompañado de la Tachibana fueron los primeros en entrar a la cocina, seguidos de la peliblanca y el ojiazul.—Buenos días— saludaron al unísono.
El desayuno transcurrió normal. Hubo algunas quejas de un dolor de cabeza al despertar y de cómo la fiesta infantil terminó en baile y bebidas.
Takemichi pregunto donde estaban todos, y Shinichiro le respondió que se fueron temprano por la mañana. Incluso Kakucho e Izana, con la excusa que dejaron sólo al gato que adoptaron. A excepción de Takeomi, que por alguna razón seguía durmiendo en la habitación del mayor.
—Dentro de un rato... veremos al abuelo. Acompañenos— pidió amablemente Emma.
—Claro— afirmaron los presentes.
Al terminar el desayuno, fueron a arreglarse, y recogieron sus pertenencias para no olvidar nada.
Caminaron a una de las habitaciones de la casa, donde había un altar mediano de la familia Sano. Fotos de los padres de Mikey y Shinichiro, y del abuelo de ellos.
Lamentablemente falleció por complicaciones del corazón hace algunos años.—Abuelo. ¿Cómo estás?— habló Manjiro poniéndose de rodillas y comenzando a poner un poco de incienso.
Los demás hicieron lo mismo y rezaron junto a Mikey. Al terminar, Emma se acercó con Keitaro en brazos.
Quería que su hijo, conociese a su abuelo, bueno, bisabuelo.—Abuelo. El es Keitaro. ¿Recuerdas a Ken?. El y yo tuvimos a este pequeño ángel hace muy poco. Me gustaría que estuvieras aquí para conocerlo. Te extraño— dijo Emma comenzando a llorar. Extrañaba a su abuelo.
Draken noto como se encontraba su amada y se acercó a ella, la abrazó y le brindó su apoyo en aquel momento.
—Señor Sano. Muchas gracias por lo que hizo por nosotros— agradeció el del tatuaje. Ayudó a Emma a pararse y tomó a Keitaro en brazos para que la rubia se secara las lágrimas.
Takeomi, quien se despertó, fue junto a Shinichiro para poder contarle al abuelo sobre su relación.
Sabían que si estuviese con vida, el los apoyaría. Siempre deseo la felicidad de sus nietos.
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Nuestro Takemichi
FanfictionSenju, Hinata, Manjiro, Haruchiyo y Takemichi ahora conviven como una pareja de cinco personas, sin saber cómo serán sus vidas desde ese momento. -Es un AU. -Si no te gustan los ships o el contenido que pondré, no leas la historia. -NO se permiten c...