🌹Mi Fantasma de la Ópera🌹💙Sustos Ocultos de Frankelda AU💙

💙🌹 Mi Fantasma dela Ópera 🌹💙 9°

Erik trataba de acelerar su vuelo, con Herneval prácticamente pisándole los talones, mientras que Frankelda trataba de soltarse del agarre en sus muñecas, aun sosteniendo la daga en sus manos, sin querer soltarla, aun cuando Erik hacía todo lo posible por quitársela.

Erik llego al que fue el vestidor de Frankelda entrando con ella al portal del espejo con Herneval tomando el tobillo de Frankelda para poder entrar al portal antes de ser destruido por Erik.

Erik frustrado por esto, patea en el estómago a Herneval, recibiendo el un golpe de Frankelda de la misma manera en la él golpeó a Herneval; pero importandole poco, Erik se llevo a Frankelda, quien gritaba por Herneval, para que siguiera su voz si los perdía de vista.

Herneval prácticamente ignoró aquel golpe para seguir a Frankelda, quien batallaba lo mejor que podía para soltarse de Erik, quien estaba lastimando exageradamente sus muñecas esperando una suplica por parte de Frankelda, sin conseguirla.

Llegando a su guarida que ahora era custodiada por los mismo guardias de Herneval pero hipnotizados para seguir las órdenes de Erik, fingiendo solamente para no morir a manos de él, esperando ver a Herneval para atacar a Erik.

Erik llevo a Frankelda al cuarto donde ella había dormido, y la forzó a ponerse aquél vestido de novia que había hecho para ella; Frankelda trato de oponerse, pero por un descuido soltó su daga, siendo amenazada con la misma por Erik.

Cuando ambos salieron de aquél lugar con lágrimas por parte de Frankelda, quien se sentía estúpida y vulnerable por tan tonto descuido; Erik tomó bruscamente su mano y la llevo a una pared las cuales tenían una figura de un saltamontes y un escorpión.

-Querida, antes de la ceremonia, tienes que resolver este pequeño acertijo: El saltamontes te permitirá morir con aquel que en verdad amas, pero con una concecuencia fatal; mientras que el escorpión les permitirá vivir, pero sin poder verse nunca más. ¿Cuál elegirás querida?- Erik había soltado a Frankelda, quien miraba ambas figuras con indecisión, sabía que Erik estaba mintiendo con lo del escorpión, sabía que encontraría la forma de matar a Herneval, pero si podía hacer algo para ganar tiempo, lo haría para salir de ahí.

Finalmente Frankelda giro la figura del escorpión, y todo a su alrededor cambio, derrumbado todas las paredes y mostrando un altar en donde se encontraba, dejando caer la daga, y buscando el velo y ramo de novia oara Frankelda, tomado la daga inmediatamente, Herneval había llegado justo en ese momento a la par que Erik, quien mando a los guardias a matarlo, siendo desobedecido y atacado por los guardias, siendo detenidos por Herneval, quien los obligó a salir del lugar.

Erik vió a Frankelda, quién trataba de ir con Herneval, tomándola de la cintura, y tratando de buscar la daga, siendo apuñalado por esta en las costillas por parte de Frankelda, a quien lanzó lejos de un movimiento brusco de su brazo, chocando ella contra el órgano del lugar.

Herneval tomo del cuello a Erik, asficciandolo mientras lo golpeaba repetidas veces en el rostro, para después apuñalarlo en el estómago con su daga.

Frankelda se recompuso de aquel golpe, mientras flotaba hacía ambos hombres.

-"Las lágrimas que ayer lloré por ti
Se enfrían
Y de odio las volví!!!!"- Frankelda con su daga le corto sus alas a Erik, quien mientras soltaba un gritó de dolor, toda su guardia desaparecía sin dejar rastro, quedando los tres en un pedazo de concreto cerca del muelle al lago.

Por la sorpresa Herneval soltó a Erik, quien tomo del tobillo a Frankelda, quién fue tomada de la mano por Herneval para evitar que ella cayera; tomándola de la cintura y pateando el pecho de Erik para soltarla, cayendo cruelmente en el concreto, dejando un charco de sangre, pero levantándose débilmente para recoger el velo y tomar la tiara, y acercarse lo más que podía a Frankelda, quien descendió y se acercó a Erik un poco dudosa.

Erik al ver que ya nada de la ilusión que había creado quedaba, dejando de cergarse a si mismo de que hacía lo correcto.

-Querida, perdóname, por todo, me había prometido protegerte, sin darme cuenta que era de mi de quién debía protegerte- Erik le puso la tiara a Frankelda, y de la solapa de su traje le entregó el anillo de su madre, recibiendo un gracias con un par de lágrimas de Frankelda.

-Por favor, no dejen que nadie me encuentre- dijo, y tomando la mano de Frankelda aún con la daga, la puso en su corazón, para después levantarse y colocarse a la orilla del muelle.

-"Pobre criatura en tinieblas
Nada la vida te dió
Dios dame fuerza y mostrarte
Que contigo estoy..."- Frankelda abrazo a Erik con fuerza antes de apuñalarlo en el corazón, haciendo que Erik cayera lentamente en el lago, con sus últimas palabras para Frankelda.

-Eres igual a tu madre- Entonces Erik cayó en aquel lago, el cuál desapareció todo rastro de sangre, incluso del vestido de Frankelda.

Ambos jóvenes sólo emprendieron su vuelo hacía una salida sin mirar atrás, mientras se cantaban débil pero dulcemente, alejándose de aquél lugar.

Después de aquel incidente todo volvió a la normalidad, todos los trabajadores de Bellas Artes aceptaron la muerte de Erik, alegres de que su amenaza fuera ahora un mito entre ellos, La Sirena había dejado la Ópera, cediendole su puesto a Frankelda, quien amablemente lo rechazó, dejando que Olga se quedará en la academia de ballet.

A inicios de Febrero Frankelda y Herneval finalmente se casaron en una gran ceremonia, donde todos los sustos celebraban a la nueva pareja real.

Ambos recién casados después de la ceremonia y el banquete, regresaron a Hidalgo para darle la noticia a su madre, para después viajar por el mundo, tanto de los humanos como el de los Sustos.

Dejando que los años pasarán, hasta que la historia de "El Fantasma dela Ópera" se había vuelto en una leyenda de la que nadie hablaba, con todos los involucrados alegando que solo fue una serie de sucesos trágicos, prometiéndoles a Herneval y Frankelda que jamás revelarían la verdad acerca de su muerte.

Ahora ambos esposos eran libres y felices, afrontando los obstáculos del futuro con todo aquel mar de experiencias, esperando ver el resto del océano frente a sus ojos.

FIN