Capítulo IV

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Callie

Me desperté en la mañana con una sensación agradable, estar en la manada influye positivamente en mi loba, me hace sentir más ligera, feliz, calida; anoche me quedé dormida sin darme de cuenta, agradezco que ya estaba en pijama cuando eso pasó, un mensajero del alpha me notifico que me presentará el día de hoy en el hospital así que me preparé, comí algo que me permitiera estar bien un par de horas.

Estaba pensativa camino a él hospital, eran 30 minutos caminando y quería disfrutar el paisaje, podía ver las casas de mis vecinos, familias con niños y sus mascotas, más adelante pase por algunas tiendas y el parque donde jugaba de niña, pocos metros me separaban de mi nuevo puesto de trabajo, estaba emocionada y nerviosa a la vez, llegando suspiré para aliviar la tensión, estaba preparada, en la escuela di lo mejor de mí, una parte de mi confiaba en que iba a ser la mejor, otra vocecita me decía corre, no estás lista, sacudí esos pensamientos y cruce la puerta, al hacer eso sentí un maravilloso olor, era tranquilizante, adictivo y mi loba decía corre, busca.... Lo hice, el olor venía de una persona que estaba de espaldas lo abracé sin reconocer quien era, solo una cosa tenía clara era

mi mate.....

No se como lo logro ya que lo tenía abrazado lo más fuerte posible pero se giró y pude ver quién era, Ezra, mi mate es mi crush, mi amor platónico, estaba emocionada, Ezra es mi para siempre, mí para siempre, él y yo juntos hasta más allá de la muerte.

Nos quedamos mirándonos a los ojos sin decir nada, hasta que un sonido proveniente de su teléfono nos saco de nuestra burbuja, pero no lo solté, me recosté en su pecho por un momento, mientras en el revisaba su teléfono.

-Callie- escuché llamándome de una forma muy calmada-tengo algo urgente que hacer, ¿podrías dejarme ir?-pregunto, pero no podía, mis brazos se rehúsan a dejarlo ir, ¿Porque me pedía que lo soltara?, así no es como debería estar comportándose, así no se comportan los lobos con sus mates, así no se comportan los alfas con sus lunas; esto no iba bien, me tensione y su teléfono seguía sonando.

-Callie, trata de calmarte todo está bien- dijo usando su voz de Alfa, para muchos de mando, para mí se sentía hipnotizante, como el canto de una sirena por lo que comencé a relajarme, me tomo de los hombros y suavemente comenzó a apartarme, ese movimiento me alertó y lo abracé de nuevo fuerte, no podía hablar.

-Callie, tengo que contestar esta llamada y es algo privado, se que es díficil, entonces lo vamos a hacer despacio- con su mano comenzó a masajear mi cabeza- a tu ritmo, ¿Crees que lo puedas hacer?- asenti y comencé a apartarme, hasta que ya no lo estaba tocando.

-Esperame, vuelvo en unos minutos y hablamos, ¿te parece?- asentí y lo vi salir del hospital, sentí mi cuerpo no reaccionaba y comencé a temblar, me sentía vulnerable, necesitaba sentarme y sin darme cuenta estaba hiperventilando.

-Callie- Liam me llamo, ni cuenta me di que estaba acá, algunas personas me miraban- ¿Que fue todo eso?, ¿Estas bien?

-Él es mío- dije muy suave solo para Liam, abrió los ojos entendiendo a que me refería, me están mareando, me acerque a una pared y me deslice hasta quedar sentada en el piso.

-Es mejor que te sientes en otra parte, o quizás que te acuestes, si quieres buscamos una habitación vacía o te llevo a casa- me dijo Liam a lo que negué

-Él dijo que lo esperará, acá me quedo

-Quizás se demore, parecía urgente lo que tenía que hacer- quise llorar, estaba a punto de llorar, todos lo decían, una vez que encuentras a tu mate nada es más importante que tu alma gemela, así que esto se siente el rechazo, no pude contener más las lágrimas, puse mis rodillas contra mi pecho y llore.

RECHAZADA POR MI MATEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora