Cap 4

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La noche pasaba y la adolecente dormía sin miedo a volver a tener esas pesadillas de nuevo, era algo bueno saber que las pastillas si son efectivas.

Mientras dormía vio uno de sus recuerdos de su infancia. Uno muy especial.

Estaba en una playa con sus padres, una playa de California. Ella y sus padres estaban sentados en la orilla del mar viendo el atardecer. Estaban jugando con la arena, reían, hablaban, disfrutaban ver el atardecer.
Volvió a sentir lo que hace mucho no sentía, volvió a sentir el amor de una familia, una familia de verdad, un hogar en el que era feliz, en el que no tenía que tomar medicamentos para solo hacer el intento de ser feliz, donde no tenía que esconder lo que sentía, un lugar completamente seguro.

—Niñas ya levántense, ya es hora —ordeno la madre de la adolecente mientras abría la ventana del cuarto de Elizabeth.

—Ay mamá, es muy temprano —se quejo su hija con los ojos entre abiertos y se volvió a tapar con la cobija.

—¿Cómo qué temprano? ya son las diez de la mañana, agradezcan que les di más tiempo para que durmieran.

—¿En serio? pues ¿A qué hora tenía pensado levantarnos? —murmuró la pelirroja mientras se estiraba.

—Conociéndola, de seguro y nos levanta a las 7 de la mañana —respondió Elizabeth la pregunta mientras se sentaba en la cama.

—Y no te equivocas, vengan ya está el desayuno servido, no se tarden que me tengo que ir a trabajar —dijo y se retiró del cuarto de su hija.

—Bien, ya vamos —murmuró estirándose —Ey ya párate que soy capaz de aventarte un bote de agua fría -amenazo a Samantha.

—¿Ah, si? pues eso será bajo tu propio riesgo —dijo aún acostada en la cama —Digo, estamos en tu cuarto y estoy acostada en tu cama, no creo que quieras limpiar ¿O si? —la reto —Oye tu mamá ¿Si te castigo? —cambio de tema.

—Pues no me ha dicho nada al respecto, así que si quieres ir a la academia, ya levántate.

—Espera ¿Si vamos a ir? —preguntó levantándose de la cama con rapidez.

—Sí, al menos de que cambies de opinio-

—Callate y vámonos —interrumpió Samantha y salió del cuarto.

—Okey —dijo para si misma con una sonrisa.

Se quedó en su cuarto pensando en todo lo que Cinco le dijo.

<<Un apocalipsis>>

Pensó y suspiró.

Se levantó y se dirigío a su armario para cambiarse de ropa. Agarro un pantalón azul claro ajustado pero cómodo y una blusa negra de manga larga, unos tenis blancos y dejo su cabello suelto.

Estaba a punto de salir cuando se percato que había una hoja doblada en su mesa de dormir, tal vez no tenga nada de importante pero tal vez sea un mensaje de número Cinco.

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Sé que estas enojada por lo que dije y de verdad lo lamento, se que no tuve que decir eso, desde que llegué ayer he estado muy frustrado por no saber que hacer para detener el apocalipsis, sé que no es una excusa para justificar lo que dije, pero si aún quieres ayudarme para detener todo esto, te espero en la academia.
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—Genial—-dijo para si misma al terminar de leer el mensaje -De todas formas voy a ir a la academia. A detener el maldito apocalipsis —murmuró tirando la hoja en bote de basura y salir de su cuarto.

La hija de Diego Hargreeves - The umbrella academyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora