Cap 19

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•°•Apocalipsis•°•











































Ya se había vuelto una completa rutina el que estuvieran en la casa de California una vez al mes.

Cinco sabía que desde la primera vez Eli no lo dejaría en paz hasta que la llevará de regreso. Llevaban al menos un tres años juntos ¿Pueden creerlo? pasaron tres desde que confesaron lo que sienten por el otro. Si antes de eso no se sentía el tiempo, ahora mucho menos.

Eli estaba sentada en la orilla del mar dibujando en la arena, a su lado estaba Delores haciéndole compañía. Cinco estaba dentro de la casa hundiéndose en sus cálculos.

—¿Qué crees que esté haciendo? —le pregunto Eli al maniquíe —Ya casi se esconde el sol y no ha salido desde la mañana —suspiro subiendo su mirada a la puesta de sol —¿Por qué estaría molesto? no ha pasado nada, creo... ¿Hice algo malo para que se molestará?

Cuando el sol termino de esconderse, se levantó de la arena y cargo a Delores para entrar a la casa.

Camino entre el pasillo hasta llegar a la sala de estar, ahí estaba su novio escribiendo en una libreta mientras había varios libros y botellas de alcohol a su alrededor, sinceramente no entendía nada de lo que venía en esos libros así que nunca pregunto algo sobre el tema.

Aunque no quisiera admitirlo Cinco había estado distante, no era algo nuevo, casi siempre era así, pero se sentía mal consigo misma, sentía que hacía cosas que hacían que él se molestará.  

—¿Qué haces? —pregunto dejando a Delores en el segundo sofá.

—Nada importante —contesto siguiendo en lo suyo.

—Parece importante —Cinco levantó la vista —Llevas todo el día aquí, solo quiero saber que estás haciendo.

—No lo entenderías —Eli bajo la mirada asintiendo con la cabeza. Él regreso su mirada a la libreta.

—Te veo mañana. No te duermas hasta tarde —se acercó a él y le dió un beso en la mejilla —Te amo.

—Descansa —fue su única respuesta.

Eli trago saliva y con ella sus ganas de llorar. Al menos frente de él. Se dió la vuelta y fue directo al cuarto a encerrarse.
Se acostó en la cama y se hizo bolita mientras sollozaba lo más silenciosa posible hasta quedarse dormida.

A la mañana siguiente se la paso acostada en la cama, no tenía ganas de levantarse, se sentía mal. Todo ese tiempo que se la paso despierta solo pensaba una cosa y era "¿No me ama?¿No soy suficiente?".

Esas preguntas y más retumbaba en su cabeza, sinceramente ni siquiera quería salir del cuarto y tener que verlo como si nada estuviera pasando, pero pensar de más no haría que las cosas cambiarán en la relación.

—¿Te sientes bien? —pregunto el ojiverde entrando al cuarto.

—Sí —respondió con la mirada perdida.

La hija de Diego Hargreeves - The umbrella academyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora