Cap 10

88 2 0
                                    

Diego caminaba y atrás de él iba Luther quien cargaba Cinco y al maniquíe.
Iban en completo silencio, Diego trataba de dejar a Cinco en un lugar seguro lo más rápido posible e ir por su hija, ya era de noche y la preocupación lo consumía.

—No podemos volver a casa —hablo Luther —No es segura, esos psicópatas podrían volver en cualquier momento.

—El gimnasio está más cerca nadie lo buscará ahí —dijo Diego —Vamos tengo que ir a buscar a Elizabeth —murmuró.

Cinco eructo llamando la atencion de sus hermanos.

—Si me vomitas encima-

—¿Sabes qué es chistoso? —preguntó Cinco interrumpiendo a Luther —Estoy en la pubertad, otra vez, solo que está vez ella no está —murmuró llamando a un más la atención de sus hermanos, ¿A quién se refería con ella? —Me tome hasta la última gota, eso es lo que haces cuando el mundo que amas se va al diablo puf —simulo una explosión —Adiós. ¿De qué estaban hablando? —pregunto cambiando de tema.

—Dos enmascarados atacaron la academia anoche —respondió Luther.

—Te buscaban a ti, así que concéntrate ¿Qué quieren? —pregunto Diego.

—Hazel y Chacha —murmuró Cinco los nombres del dúo.

—¿Quiénes? —dijo Diego volteando a ver a Cinco.

—Odio los eudonimos —murmuró Luther.

—Eh, son los mejores —dijo Cinco —Sacándome a mi, claro.

—Mejores ¿En qué? —pregunto Luther.

—¿Saben? ella odiaba cuando bebía decía que me ponía gruñon —dijo Cinco cambiando de tema y acariciando la cabeza del maniquíe.

—Ey —lo llamo Diego —Necesito que te concentres ¿Qué es lo que quieren esos Chacha y Hazel? —pregunto deteniéndose y miro a Cinco —Queremos protegerte —siguió al no obtener respuesta de su hermano.

—¿Protegerme? —pregunto Cinco —No necesito protección Diego. ¿Sabes cuántas personas mate? no —Diego miro a Luther —Soy el maldito cuarto jinete y ya viene el apocalipsis —dijo antes de vomitar.

Diego solo volvió a caminar y Luther le siguió el paso. Era obvio que Cinco no estaba en condiciones para hablar, lo mejor que podían hacer era llevarlo al gimnasio y dejarlo ahí hasta que se recupere.
























































































Klaus seguía en el armario, el estar tanto tiempo sin consumir algún tipo de droga o aunque sea una gota de alcohol hacia que comezara a enloquecer.
Perdió el interés por cuánto tiempo llevaba ahí encerrado, solo sabía que los traumas de su infancia regresaban.
Ben estaba angustiado por Elizabeth, no sabía nada de ella, no había pasado mucho tiempo lejos de su sobrina y eso lo estresaba más pero no podía dejar a su hermano solo.
Escuchó unas voces entrando ala habitación, Hazel y Chacha estaban de vuelta.
Abrieron el armario y sacaron a Klaus. Trato de hablar pero no se le entendía nada.

—¿Qué dice? —pregunto Hazel. Chacha se acercó a él y le quitó la cinta de la boca.

—¿Qué dijiste? —pregunto Chacha.

—Dan más miedo sin las máscaras —dijo y solo ganó que Chacha le diera una cachetada.

—Esa no es manera de saludar a tus amigos ¿O si? —dijo Hazel.

La hija de Diego Hargreeves - The umbrella academyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora