Cap 18

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Samantha caminaba hacía el bar donde Luther trabaja, ahí estaban sus cosas para irse a su turno de trabajo como mesera. Entro y dejo las bolsas en el piso.
Luther estaba en la barra de bebidas comiendo.

—Ey hola —la saludo con una sonrisa.

—Hola —le devolvió el saludo buscando sus cosas.

—¿Y esa sonrisa? —pregunto al notar que tenía una leve sonrisa —¿En quién estás pensado?

—¿De qué hablas? —pregunto confundida.

—Sam, hemos estado conviviendo por un año, conozco cada uno de tus gestos. ¿Es por el chico que me contaste?

—¿Qué? no, él no tiene nada que ver... —suspiro recordando lo que pasó.

—¿Ah, sí? ¿Entonces que hiciste anoche después del trabajo? que por cierto si no vas a regresar mínimo avísame —dijo volviendo a comer.

—Lo sé, lo siento. Es que, no me vas a creer con quién me reencontré.

—¿Con quién?

—Anoche de regreso del trabajo me encontré con Eli y pase la noche con ella. Se me olvidó por completo avisarte dónde estaba, es que... bueno, es mi mejor amiga y quería pasar tiempo con ella. Lo siento.

—Oh, ya veo. ¿Te dijo?

—¿Decirme qué?

—Lo de la guerra nuclear —dijo en susurro para que solo lo oyera ella.

—Sí... me contó eso. ¿Y tú cómo lo sabes?

—Cinco me lo dijo, vino hace como dos noches dándome esa noticia, pero no pienso involucrarme en eso otra vez.

—Estamos igual. Oye tal vez no regrese por la noche, lo más probable es que saliendo del trabajo vaya con Eli, no me dijo muchas cosas sobre este nuevo apocalipsis tal vez tampoco ella quiera involucrarse otra vez y amm... solo quiero pasar tiempo con ella antes de morir.

—Esta bien, no tienes que excusar lo que vayas a hacer con ella —sonrio por debajo.

—¿Qué quieres decir con eso? —pregunto al notar esa pequeña sonrisa.

—No, nada. Ya me voy —respondió levantándose —Tengo cosas que hacer antes de la pelea de esta noche. Si, sí vas a decirdirte irte con Elizabeth llámame ¿Okey? no quiero estar otra vez pensando en dónde estás.

—Sí, yo te aviso.

Luther se retiró y Samantha se adentro en los vestidores que utilizan las chicas que trabajan en ese bar. Se arregló lo más rápido que pudo, ya casi era su hora de entrada, tenía que estar a tiempo si no quería ser despedida por el idiota de su jefe. Le costó demasiado conseguir ese trabajo como para perderlo, aunque sinceramente no ganaba mucho pero al menos ese poco dinero le servía de algo.

Salió del bar y se dirigió al restaurante lo más rápido que pudo. Al llegar no perdió el tiempo y empezó a atender a los clientes esperando a que su jefe no se hubiera dado cuenta de que llegó un poco tarde. Intentaba atender a la mayor parte de clientes sin darse cuenta de lo que pasaba alrededor hasta que empezó a escuchar gritos de una de las meseras. Le gritaba a una mujer de color, sinceramente no era algo nuevo que se veía en ese lugar, es literalmente un lugar exclusivo para personas racistas.

La mujer no era la única, varias personas del mismo tono de piel entraron al restaurante sentándose en las sillas que estaban en la barra.

La pelirroja siguió en lo suyo atendiendo a los clientes y en su mayoría le pedían o más bien le exigían que se encargarán de las personas que entraron. Realmente no pasó mucho tiempo para que los racistas empezarán a insultar a los que estaban en una propuesta pacífica, los únicos agresivos eran los idiotas blancos que al parecer ellos si tenían el derecho de decir y hacer estupideces sin que nadie les haga nada.

La hija de Diego Hargreeves - The umbrella academyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora