Uno de los síntomas más desconocidos de la depresión era la dificultad a la hora de recordar sucesos vividos con anterioridad. Se trataban de pérdidas de memoria, lagunas mentales que impedían rememorar con claridad acontecimientos más o menos importantes. En ocasiones, un objeto, paisaje, situación u olor podía evocarle a Arlene un recuerdo del pasado, y era entonces cuando se esforzaba en contextualizarlo, visualizarlo con mayor detalle, darle una forma mas nítida y realista; sin embargo, nunca lo conseguía. Parecía parte de un sueño, algo que había vivido otra persona y no ella, sensación que a su vez le generaba desconcierto y tristeza: era difícil tratar de superar algo que habías, en parte, olvidado.—Arlene, atiende a la mesa cuatro, anda. —La voz de su encargada la devolvió a la realidad, y ella tan solo chistó antes de dirigirse hacia las nuevas clientas.
Observó a lo lejos a tres jóvenes que todavía colocaban sus bolsos y abrigos sobre las sillas de madera, acomodándose frente a la mesa del pub.
—Os lo juro, tías —dijo una de ellas elevando el tono de voz, ya que un grupo cercano había comenzado a cantar la canción que sonaba a todo pulmón—. Es la mejor decisión que pude haber tomado. —Sacó el teléfono móvil y comprobó en el reflejo de la pantalla que su eyeliner seguía intacto—. Al mes, mes y medio, ya había recuperado la libido.
—Tendré que dejar yo también la píldora —respondió la joven que se encontraba sentada a su derecha—. Dicen que si fumas aumenta el riesgo de trombosis, o algo así.
—Podrías probar también a dejar de fumar —sugirió su amiga con malicia.
—Buenas noches, chicas. —Arlene interrumpió aquella conversación sobre métodos anticonceptivos que sin duda alguna le parecía mucho más interesante que la que mantenían los de la mesa dos—. ¿Qué os pongo?
—¿Tres gintonic, como siempre? —preguntó la más extrovertida a sus dos amigas, dedicándoles una mirada llena de complicidad, lo que hizo que Arlene esbozara una sonrisa.
—Bueno, yo una piña colada mejor —interrumpió la tercera con timidez, aquella que todavía no había hablado—. El otro día no me sentó muy bien la ginebra —explicó en un tono de voz más bajo.
—Está bien, entonces dos gintonic y una piña colada. —Las chicas asintieron y retomaron rápidamente la conversación, mientras tanto, Arlene se acercó a la barra para comunicar la comanda—. Enzo, dos gintonic y una piña colada.
La morena se encontró con la mirada de su compañero de trabajo, quien había perdido la cuenta de todas las limas que había cortado ya aquella noche. Entre tanto cítrico Arlene le daba esa pizca de dulzura que tanto le gustaba, sin embargo, aquel día la encontraba más seria y apagada.
—¿Cómo lo llevas? —le preguntó el joven, a lo que Arlene respondió con un sonoro suspiro, no sin antes comprobar que la encargada seguía en el almacén—. Todavía nos quedan cuatro horas, tómatelo con calma. —Trató de aconsejarla.
—No he tenido un buen día —dijo mientras Enzo se acercaba a la estantería para coger una botella de alcohol—. ¿Vas a salir después?, apestas a colonia —Rió, a lo que su compañero respondió chasqueando la lengua e ignorándola—. ¿No me lo vas a contar?, ¿una cita quizás?
—La única cita que tengo es con mi cama, esta semana tuve que cubrir a Nicole y ya no recuerdo la última vez que dormí más de cuatro horas —Lo cierto es que pensar en todo lo que había trabajado aquellos días por el mísero sueldo que cobraría lo hacía enfadar, pero no podía estar de mal humor teniendo a Arlene en frente, era una de las razones por las que valía la pena acudir al trabajo—. Si quieres te invito a una copa antes de marchar —propuso mientras colocaba sobre la tabla de cortar dos vasos de chupito—. Hasta entonces confórmate con este pequeño aperitivo. —Llenó los vasos de ron y le ofreció uno de ellos, haciéndola reír—. Salud. —sonrió levantando el vaso, y Arlene lo imitó antes de bebérselo de un trago, esperando no ser descubiertos.

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Peligro
RomancePeligro, así la llamaba él antes de desaparecer de su vida. Anclada en el pasado, Arlene se verá expuesta a aquellos recuerdos que había olvidado cuando se reencuentre con alguien que había sido muy importante para ella. Desde su adolescencia había...