Domingo 20 de Septiembre; 04:44

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𝚎𝚜𝚝𝚊 𝙵𝙰𝙽𝙵𝙸𝙲 𝚎𝚜𝚝𝚊́ 𝙱𝙰𝚂𝙰𝙳𝙰 𝚢 𝙰𝙳𝙰𝙿𝚃𝙰𝙳𝙰 𝚎𝚗 𝚕𝚊 𝚜𝚎𝚛𝚒𝚎 𝚂𝙺𝙰𝙼 𝚍𝚎 𝙹𝚞𝚕𝚒𝚎 𝙰𝚗𝚍𝚎𝚖.
𝙻𝚊 𝚑𝚒𝚜𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊 𝚘𝚛𝚐𝚒𝚗𝚒𝚊𝚕 𝚗𝚒 𝚕𝚘𝚜 𝚙𝚎𝚛𝚜𝚘𝚗𝚊𝚓𝚎𝚜 𝚖𝚎 𝚙𝚎𝚛𝚝𝚎𝚗𝚎𝚌𝚎𝚗, 𝚜𝚘𝚕𝚘 𝚕𝚊 𝚍𝚎 "𝓜𝓲𝓪".

𝚜𝚒𝚗 𝚏𝚒𝚗𝚎𝚜 𝚕𝚞𝚌𝚛𝚊𝚝𝚒𝚟𝚘𝚜, 𝚜𝚘𝚕𝚘 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚊 𝚕𝚊 𝚜𝚎𝚛𝚒𝚎.

𝚜𝚒𝚗 𝚏𝚒𝚗𝚎𝚜 𝚕𝚞𝚌𝚛𝚊𝚝𝚒𝚟𝚘𝚜, 𝚜𝚘𝚕𝚘 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚊 𝚕𝚊 𝚜𝚎𝚛𝚒𝚎

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𝔸𝕝𝕚𝕟𝕒 𝕆𝕝𝕖𝕤𝕙𝕖𝕧𝕒 𝕔𝕠𝕞𝕠 𝕄𝕚𝕒

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Los chicos de la plaza no tenían ningún tipo de prejuicio con ella. Tampoco sabían todo, siquiera lo preguntaban. No les importaba. Eran todos varones, sí, pero su última amistad había acabado en desastre y se juraba así misma que de esa forma era mejor. A pesar de no coincidir al cien por ciento con ellos, o no entrar en algunos de sus planes, se divertía lo suficiente. Se divertía tanto como sus permisos y nuevas limitaciones la dejaban.

Esa madrugada de domingo, cuando se suponía que estaba en otro lugar, llegaba a su casa junto a Jonas Vasquez, que se había ofrecido a acompañarla. Aunque intentaban hacer silencio, las risas resonaban en el vecindario. Iban en sus skates, intentando pasarse, haciendo una carrera. No está demás aclarar que iban un poco locos.

— Sh... shh —siseaban mutuamente, agarrándose, intentando tumbar al otro, riéndose a carcajadas cuando lo lograban.

Las medias de Mia ya estaban rasgadas y tenían más de un agujero, sobre todo en las rodillas, mientras que las palmas de las manos de Jonas pedían desinfectante y banditas adhesivas.

Quince minutos habían pasado desde que miraban dubitativos hacia la ventana de la habitación de Mia, que estaba en el segundo piso de la casa.

— No vas a poder treparla —susurró él después de pensarlo por un buen rato—. Definitivamente no vas a poder.

— Si bajé, puedo subir.

— Saltaste.

— Pero trabé mi puerta desde adentro —se rio—, tengo que trepar, Jonas.

A él se le escapó una carcajada por la garganta, obligándose a callar tapándose la boca con el reverso de su mano.

— ¿Por qué hiciste eso?

— Porque mi hermano hizo una fiesta, y no quería que nadie entrara. A ver, pone tus manos como escalón...

Aguantando las risas, Jonas le hizo caso, ayudándola a treparse, utilizando las piedras sobresalientes de la pared como escalera. Increíblemente, lo logró.

— Bien... adiós. Gracias.

— Shhh... —agregó él, montándose nuevamente en su skate, riéndose.

Más tarde...

El sol que entraba por la ventana fue lo que la despertó. Se había olvidado de cerrarla. Quejándose, y tapándose la cara con el brazo, decidió levantarse.

Se rio mientras se sentaba y se desperezaba, preguntándose cuánto habría dormido y si serviría para remediar los dos días de gira que se había pegado con los chicos de la plaza. Deseaba no tener las ojeras tan grandes ni oscuras. Con la coleta de su muñeca se ató todo el pelo en una coleta baja, despeinada y dura, y finalmente se paró. Tenía que hacerlo. Sus padres llegarían ese mismo día y no podían encontrarla hecha un desastre, cuando debería haberse quedado en casa como la santa que era desde el accidente.

Su habitación era un caos de ropa.

Ella olía a cenicero de bar. Y a un alcohólico de ese mismísimo bar.

Tenía que darse una ducha de inmediato. Se quitó la ropa que llevaba puesta y se cambió a una remera vieja que le había robado a su hermano en algún momento, que probablemente también estaba sucia, por si se lo cruzaba en el pasillo. Él no se había percatado de su escapada, claramente, o tendría más de mil mensajes y llamadas. Arrastró los pies con mucha fatiga hasta llegar al final del pasillo, preparando su Playlist.

Al girar el pomo de la puerta y abrir, gritó.

Había un hombre en su baño. Y no era su hermano, tampoco su papá. Cerró de repente, repitiendo ''perdón'' hasta que se dio cuenta de que perdón nada. ¿Qué hacía ahí? ¿Habría más amigos de su hermano por la casa?

Deseaba que la casa no fuera el gran desorden que ya se imaginaba. Pero, al bajar las escaleras, fue una decepción. Mínimo, diez personas dormían en la sala de estar, junto a botellas vacías y vasos de plástico doblados; en serio quería pensar que lo del jarrón de cerámica no era vómito.

Su hermano, con mucha paz, dormía sobre la alfombra en el suelo. Lo pateó una, dos, tres veces.

Él gruñó y se quejó, pero no se despertó.

Plan B, pellizcarlo. Gritó, sobándose el brazo.

— ¡MIA! —chilló.

— No seas bebé. ¡Qué carajos ocurre aquí! ¿Qué hiciste? —y su hermano se rio mirando a sus alrededores, hasta que dejó de reír.

— Ay, por Dios. ¿Cuándo llegaron? ¿Van a matarme?

— ¿De qué hablas? Aún están en viaje. Mamá me envió un mensaje, pero no tardarán mucho más —suspiró—. Échalos. Ya. En serio.

Él se rio, y Mia le dio otra patada.

— ¡Basta! —le gruñó amenazador, parándose de una vez, quedando varios centímetros más alto que ella— ¿Entonces qué haces tú aquí?

— ¿Cómo qué hago aquí? Es mi casa.

— No, pero... ¿no habías viajado con ellos? —él arrugó sus cejas— ¿Mimi, adónde estuviste el...?

— Van a venir y nos van a matar a los dos. Saca a tus amigos de acá, hay que limpiar, ¡ya!

— ¡Está bravísima hoy! —se burló uno de los chicos, asomando su cabeza por encima del respaldo del sillón.  

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31/08: Por si no leyeron lo que publiqué en mi perfil, ahí les comenté que a pesar de ya tener todo el fic planeado, me estanqué en el último cap y no sé cómo seguir al siguiente, creo que es mejor editar algunas cosas (con otras que ya tengo pensadas) para poder proseguir. LA HISTORIA VA A SEGUIR SIENDO LA MISMA, y no va a ser necesario que vuelvan a leerla si no quieren, pero hay un par de cosas que voy a meter en medio y además estoy cambiando un poco la narración.

𝐀 𝐁𝐚𝐝 𝐋𝐢𝐚𝐫 | SKAM 》William MagnussonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora