Viernes 23 de Octubre; 19:47

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Dicho y hecho. Todo el grupo esperaba a que William recogiera a Vilde en casa de Eva. Esperaban y esperaban, pero el mensaje estaba tardando en llegar más de lo esperado. Noora practicaba con el cabello de Mia un peinado, a un lado de ellas, sobre la cama, Vilde observaba los condones de lado a lado, nerviosa, mientras bebía vino blanco.

Tomó aire profundamente y lo soltó.

— Sean honestas, ¿qué tan doloroso es? —preguntó mirando a cada una de ellas.

— Yo no recuerdo nada de mi primera vez —confesó Chris, riéndose. Mia la miró de costado, ella recordaba cada detalle, y a veces hasta la volvía a estremecer, en cambio, otras veces quisiera no recordarlo.

— Tomate eso y así no sentirás nada —agregó Chris, y le sirvió más vino.

Mia negó, acercándose a Vilde, pensativa.

— Como una vacuna, o... o como un tatuaje —dudó.

— Yo no tengo tatuajes, Mia.

— Es cierto, pero de todas formas, no creo que se pueda comparar con algo que ya conozcas.

Vilde volvió a suspirar y le dio un sorbo largo al vino.

— ¿En serio quieres estar tan ebria que no recuerdes nada? —preguntó Noora.

Vilde le hizo una mueca y miró a Eva.

— ¿Estabas ebria tu primera vez?

— No.

— Quizás... pellizca mi brazo. ¿Cuánto duele?

Mia y Noora se rieron, incrédulas.

Eva la pellizcó fuerte, haciéndola chillar.

— ¿En serio?

Todas se rieron mientras Eva negaba con burla.

— Mia tiene razón. No se puede comparar, menos con un pellizco.

— ¡Ya sé! —exclamó Mia— Puedes usar vaselina, o algún otro lubricante. Eso ayudara.

— ¿Y de dónde saco...? —se quedó callada al verla revolviendo su bolso, con un gesto de disgusto, comenzando a negar cuando le ofreció un tarro de vaselina sólida.

— Tranquila. La uso cuando se me paspan la nariz o los labios y la unto con hisopos nuevos cada vez. Está limpia y puedes quedártela. Te la regalo.

Rieron de nuevo.

Vilde comenzó a observar la vaselina, preguntándose cómo es que la usaría, pero no quería hacer la pregunta a Mia, ya que no sabía si quería una respuesta explicita, que no dudaría en responder con detalles.

— La untas en tu entrada —y ahí estaba la respuesta, sin preguntarle, con mímica incluida.

— Sí, y también relájate, eso ayuda —agregó Noora.

— ¿Qué sabes tú? No has tenido sexo.

Chris sirvió más vino en el vaso de Mia. Mucho más vino.

Eva suspiró, levantándose de la cama.

— Okey... William tiene que llegar ya. ¿Qué fue lo último que te escribió?

— Te recogeré a las siete. Encontraremos algo.

— ¿No puedes llamarlo?

— No me quiero ver desesperada.

— ¿Pero qué si no te envía un mensaje?

— Lo hará —confirmó Mia, virando los ojos—. Créeme.

𝐀 𝐁𝐚𝐝 𝐋𝐢𝐚𝐫 | SKAM 》William MagnussonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora