Ese día, William había llegado tarde al colegio. Lo suficientemente tarde como para que todos hubieran visto el escrache de su casillero. El bóxer fue lo primero que vio, luego las bonitas inscripciones que le habían dedicado: ''¿Por qué se rumorea que eres una puta cuando ni siquiera supiste hacerme venir?''. Arrancó el bóxer bruscamente, dejando solo el grafiti. No tenía dudas de quién lo había hecho, e iría a buscarla. Soltó aire por la nariz antes de tocar la puerta de su salón, tenía que parecer relajado. El profesor lo hizo pasar enseguida.
— ¿Sí, señor Magnusson? —preguntó.
Mia, que estaba casi al fondo, dibujando la mesa con la evidencia y arma homicida, levantó la mirada.
— Buscan a Mia Schistad en dirección —dijo muy seguro.
— Mia... ve.
— Pero no entiendo los algoritmos. La directora va a entender por qué...
— Dijo que era algo urgente —agregó William sin mirarla, con los ojos puestos en el profesor.
— Mia, por favor.
La peli-rosa, inhalando, se levantó de su asiento, mirando a Sana de reojo, que estaba observándola. Tomó todas sus cosas con una de sus manos y pasó al frente, cruzando finalmente miradas con William; ningún directivo estaba llamándola y él había visto finalmente su bello poema. Con toda la satisfacción que podía entrarle, le sonrió mientras que salía primera. William fue quien cerró la puerta. Caminaron en silencio, el pasillo estaba desierto, él iba detrás, hasta que la agarró fuerte del brazo y la obligó a meterse en el cuarto del conserje.
— ¡Me lastimas! —gruñó, soltándose.
— ¿Puedes parar con esto? —bramó, alto y enfadado, pero ella se rio.
— ¿Con qué? —se burló.
— Basta. Ya cobraste tu venganza, que ni siquiera era tuya, así que basta.
— No... ni un poquito. Y un poco personal sí que se siente. ¿Me sacaste de clases para esto? ¿No podías decírmelo por mensaje? O... ¿rendirte? Sabes muy bien que yo lo haré cuando me aburra.
— No es... —se interrumpió, virando los ojos, su cabeza.
— ¿Qué?
William la miró, preguntándose por qué simplemente no podía leerle los pensamientos. No sabía cómo encarar aquella conversación en voz alta. Ella lo miraba atenta; si no se había ido aún, era porque lo esperaba. William lo sabía muy bien. Se conocían lo suficiente. O no tanto... O sí. Lo enojaba que no fuera tan simple. Mia no dejaba quietos los labios, como que si lo hiciera las palabras saldrían y no quería. Tampoco los ojos, que lo recorrían desde el cabello hasta su quijada, intentando analizarlo, descubrir qué más quería. Después sintieron que estaban mucho más cerca que antes, cuando los nudillos de sus manos se rozaron. Mia negó corto, rindiéndose tal vez. Agarró el pomo dispuesta a irse al fin, pero William apoyó su mano sobre la de ella. Mia apretó con fuerza el pomo al igual que sus ojos.
— Ok. Lo diré yo, entonces —murmuró, pero alto como para que la escuchara, siguiendo con el mismo tono de voz delator de una mentira—. Ojalá pudiera olvidarme, ojalá no hubiera pasado nunca, ojalá no te viera más y no sintiera tal culpa que me hiciera creer que queda algo, que me debes algo.
No espero respuesta. Salió.
Más tarde; 14:02
— Y entonces me delató con la directora —viró los ojos, terminado de contarles a Chris, Noora, Vilde y Sana por qué William la había sacado del salón.
— No debiste haberlo hech...
— Maldita sea, estuviste muy bien ayer —interrumpió Eva, dirigiéndose a Noora y todo lo que le había dicho a William el día anterior.
— Noora legendaria.
— Y tú... ¿ese buzo?
Vilde se acomodó el cabello, que le caía sobre la cara ocultando la tristeza que relucía en sus ojos azules. Nadie había sacado el tema aún.
— ¿Estás bien?
— Sí. Sí. Lo he superado por completo.
— Qué bien.
— Mereces a alguien mejor —afirmó Mia.
— Espera, pero... ¿de dónde sacaste el bóxer? —preguntó Sana, volviendo al tema que tanto la intrigaba.
— ¿Era realmente suyo? —agregó Chris. Noora la miró, negando con gracia, aunque ella sabía muy bien que había algo entre Mia, William y un bóxer que él había dejado que se quedara.
— Bueno... eeeh... ¿por qué nunca dudaron que fui yo?
— Nadie es tan malvado como tú.
— Y es tu letra —agregó Eva—. ¿Quién sigue escribiendo en cursiva? Solo tú y los niños de primaria, que son obligados.
Mia le mostró su dedo del medio con una sonrisa ancha y falsa, después se rieron.
— De todas formas a nadie le importó —intervino Vilde—. Están todos hablando sobre tu hermano y los rumores...
— Ah, sí.
— ¿Qué rumores hay sobre Chris? —preguntó Eva, atenta.
— Bueno... parece que engañó a Iben, su novia, y ella...
— Dijiste que no fue Chris —gritó Eva a Vilde.
— Yo lo vi —repuso Sana—. Fue en las escaleras.
— ¿Las escale...?
Las miradas de las cinco se habían puesto a espaldas de Eva, obligándola a interrumpirse. Todas tenían el ceño fruncido y no pestañeaban. Tenía a alguien detrás, y no pasó un segundo hasta que la tomó del cabello, tirando con fuerza para girarla, dejando su cara expuesta para el bofetón que Iben quería darle. Y que le dio al son de un ''Zorra''. Sus amigas estaban con ella, respaldándola con otros insultos hacia Eva. Primero fue una sorpresa, después Mia fue la primera del grupo en reaccionar, enredando cabellos largos en su mano para que el tirón doliera más y no pudiera escaparse, dando así el primer puñetazo, perdiendo una de sus tan queridas uñas de gel, rompiendo otras. Los gritos de ambos grupos de chicas llamaron la atención de la gente y tardaron un poco en comenzar a separarlas.
— ¡Maldita puta! —gritó Iben ya rendida, yéndose de allí.
Noora se acercó casi corriendo a Mia, y a su nariz sangrante, con un pañuelo preparado, mientras Eva lloraba en el hombro de Chris y Vilde le sobaba la espalda con apoyo. Luego las suspendieron.
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𝐀 𝐁𝐚𝐝 𝐋𝐢𝐚𝐫 | SKAM 》William Magnusson
Fanfiction❥︎ 𝐒𝐮𝐬 𝐩𝐥𝐚𝐲𝐥𝐢𝐬𝐭 𝐬𝐨𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐛𝐢𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐣𝐨𝐚𝐪𝐮𝐢 𝐲 𝐥𝐚𝐧𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐫𝐞𝐲 Esto es un FANFICTION de SKAM Noruega. TN (Mia) X William Magnusson