Lunes 16 de noviembre

447 44 4
                                    

Luego de la pelea, la dirección se había comunicado con cada uno de los padres de las chicas involucradas; tanto como con los de las de segundo como con los de las de primero. Estuvieron suspendidas una semana.

Para Mia, cada día fue más caótico que el anterior. Una semana infernal. Silje y Viggo temían que Mia volviera a ser la de antes. Temían que volviera con sus malos hábitos y amistades. En busca de pruebas que lo confirmen, dieron vuelta su habitación y su teléfono también; lo único que encontró, y que llamó la atención de su madre, fue una conversación un poco sospechosa con William. Nada parecía alarmante, a excepción de que siempre fue así, y eso lo volvía aún peor.

Silje y Viggo volvían a desconfiar de Mia porque ella sabía exactamente como mentirles, era una mente maestra cuando se trataba de ocultar cosas, y tenía experiencia en hacerlo.

El miércoles 11, Viggo, se pidió el día en el trabajo y se aseguró de llevarla a terapia y de nuevo a su casa. Retomaría las sesiones semanales, y Chris estaba obligado a obligarla a ir. En esos días, no habló con las demás chicas, pero sí leyó los mensajes que llegaban, incluso unos de William. Ignoró todo. Solo quería estar en su habitación, a oscuras y sin moverse de la cama, sin dejar de ver reality shows.

El lunes 16 volvían a la escuela. Todas. Chris llevaría a Mia en las mañanas, y, cuando sus horarios de clases coincidieran, volverían juntos a la casa. Los dos sabían que no duraría mucho aquella última regla, pero igualmente era un dolor de cabeza. Sobre todo para Chris, que no tenía la culpa de nada.

Mia no había dicho ni una sola palabra en el desayuno, tampoco en el coche, dónde llevó los auriculares puestos durante todo el camino. Su ropa iba con su estado de ánimo, llevaba todo ancho y oscuro, con la capucha tapándole el rostro, las ojeras. Al bajar dio un portazo. No a propósito, pero no podía evitar los movimientos bruscos y malas contestaciones. Resultando todo aquello en una discusión con Chris desde el estacionamiento hasta el patio del colegio, donde cada uno fue por su lado.

— Hey —saludó Noora—. ¿Qué tienes ahora? —señaló los edificios.

Mia le sonrió, quitándose los auriculares para responderle.

— Tengo que ir a dirección, tienen que firmarme unos papeles...

— Acabo de ir, pero te acompaño —asintió, tomándola del brazo, antes de caminar hacia el edificio, llegó Vilde.

— Hola, Mi. ¿Cómo estás?

— Bien... ¿Por qué estaría mal? —se rio.

Vilde se encogió de hombros.

— No lo sé. Tenías un gran moretón, pero ya estás bien. Tu cara ya no está verde —las tres se rieron.

Hace una semana que no se reía. Se sintió bastante bien.

Suspiró con pesadez de nuevo, recordando.

— El primer día fue terrible. Me dolía tanto que no pude dormir.

— Dejaste peor a la otra.

— Eso me reconfortaba —respondió.

Y a lo lejos vieron a Eva, recién llegaba. Las tres se acercaron a ella, que si se veía realmente mal, y ella no lo disimulaba para nada.

La abrazaron como consuelo.

— Si yo estuviera en tu situación, estaría muy alterada. Dicen que fue la novia de Chris la que les contó a todos.

Eva arrugó un poco sus cejas, pensativa.

— ¿Chris a dicho algo? —le preguntó a Mia.

— No he hablado con él. Pero no lo creo... él no...

𝐀 𝐁𝐚𝐝 𝐋𝐢𝐚𝐫 | SKAM 》William MagnussonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora