Capítulo 10 - Fiesta en la piscina.

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— Me parece una pésima idea —opine dándole un mordisco a mi hamburguesa.

— ¡Vamos! Será divertido, a parte podrás a ver a Jungkook sin camisa —me animo Nayeon, enarqué una ceja.

— Y tú podrás ver a Jimin.

Se ruborizó y miró hacia cualquier otro lado, menos a mi.

— Es evidente que me amas —Jimin se unió a la conversación algo divertido por la repentina timidez de mi recientemente, amiga.

— En tu sueños, Park.

— No, en realidad en los tuyos.

Me levante de un salto del taburete.

— Okey, par de tortolitos, los dejó solos. Solo, no destruyan la pobre cocina que no tiene la culpa de nada.

— Que te vayas no quita el hecho de que haremos la fiesta, obviamente —puse mis ojos en blanco.

— Solamente nosotros, una mini fiesta —propuse, asintió mirando embobada a chimchim, este no se daba cuenta de ello porque estaba ocupado devorando una manzana.

Menee mi cabeza divertida, era evidente que esos dos terminarían juntos.

Rumbo a mi habitación me crucé a Hoseok, y no pude evitar recordar aquel momento en el centro comercial, asentí en forma de saludo y seguí mi camino.

— Felicitaciones por tu casamiento —lo escuche murmurar por lo bajo, me voltee.

— Gracias, solecito.

Y sin decir mucho más, me adentre en las cuatro paredes de mi habitación. Decidí darme una ducha para calmar la tensión de tener una fiesta en casa, por más que fuera una pequeña reunión con amigos. No me gustaban las fiestas, pero si ellos querían hacerla no podía negarme.

Luego de un par de horas acostada, haciendo nada llamaron a mi puerta.

— ¿Ya estás lista?

Apenas oí eso me levante rápidamente y comencé a cambiar, mientras metía una pierna en mi short IU se adentro en la habitación.

— Hola —le sonreí divertida peleando con la ropa, antes de poder decir mucho más me caí de cara al suelo.

Ella me ayudo a levantar aun riendo, debía admitir que era muy torpe. Con los short bien puestos y una remera bastante grande bajamos las escaleras, me ate el cabello en un rodete algo desordenado.

— Bienvenidas a la reunión privada —Taehyung me tendió una cerveza, negué.

Acepte la botella de agua que Jungkook posteriormente me había tendido, le sonreí.

— ¿Cómo ha estado mi prometido? No lo he visto en todo el día.

Me acerqué y me tomo de las caderas con una sonrisa.

— Planeando todo lo de la boda, quiero que todo sea perfecto para ti.

Roce nuestras narices y bese cortamente sus labios.

— Iugh —dijo Yoongi mientras pasaba a nuestro lado, rumbo a la piscina.

Salimos al patio trasero tomados de la mano. Abrí los ojos como platos al ver la cantidad de gente que estaba en la casa, probablemente más de cincuenta o cien, asesinaría a Nayeon, si no fuera porque no la encontraba.

Jungkook apretó suavemente mi mano para calmarme, de repente solo éramos nosotros dos.

— Te vez hermosa.

— Al igual que tú —me despoje de mi ropa quedando solamente en traje de baño y tire de un chapuzón en la piscina.

No tardo mucho en seguirme, Jungkook, luego Jimin y finalmente todos terminamos dentro. Inclusive los que no trajeron ropa como para cambiarse.

Ya eran casi las 3AM, veía cómo la gente vomitaba en cada rincón del patio, por suerte habíamos llaveado la puerta de casa.

Menos trabajo para Marta, pobre. Claramente le ayudaría a limpiar todo este desastre mañana, no podía no hacerlo.

Estaba algo mareada, un chico extraño me había dado una cerveza y no dude en aceptarla, solamente había tomado un sorbo pero fue más que suficiente para marearme.

Creía que era hora de irme a la cama, cuando estaba por entrar me encontré con mi bello prometido quien me miraba preocupado.

— ¿Has bebido? —negué y asentí varias veces—. Tomaré eso como un si.

Me alzó como si fuéramos recién casados y llevo a su habitación, me saco la remera que llevaba y los short, dejándome en el traje de baño que ya había secado por completo.

— Levanta tus manos —tenía una de sus remeras y planeaba ponérmela, no me negué. Cuando el característico olor de Jungkook llegó a mis fosas nasales no pude evitar sonreír ampliamente.

Me acomode más cómodamente en la cama y antes de caer en un profundo sueño, dije:

— Buenas noches, prometido.

— Buenas noches, futura señora Jeon —beso mi coronilla y se acosto a mi lado.

Pequeña Sun IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora