Epílogo.

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Cuatro años más tarde.

— ¡Es insoportable! —resopló Nayeon corriendo detrás de su hijo, Jimin reía ante la escena.

— ¿Por qué no vas a ayudar a tu esposa?

— ¿Por qué no vas a ayudar a tu esposo?

Alarmada busqué a Jeon con la mirada, fui desde los estantes en la cocina, a la escalera, y de allí mire a los sofás, pero no se encontraba por ningún lado. Jimin movió mi rostro hasta visualizar a Jungkook a través de la ventana, en el patio, cargando a Soo en sus hombros. Suspiré aliviada.

— Debes tenerle más fe, es un buen padre —me reprochó, y lo sabía.

— Es un padre excelente, pero Soo es muy inquieta, en un descuido podría terminar en la piscina.

Y como si yo fuera una especie de adivina se escucho el ruido de alguien cayendo o lanzándose al agua, chillé espantada y corrí fuera. Mi sorpresa fue tanta al ver a mi esposo aun con mi hija en brazos, sin ni una gota de agua, así que algo más calmada me acerqué al borde de la piscina.

— Vaya que eres torpe —comentó Yoongi ingresando a la casa junto a los demás miembros.

Jihyo le miro mal, extendí mi mano y le ayude a salir de allí, comenzó a tiritar de frío así que le alcance una de las toallas que yacían colgadas.

Cuando mi amiga se entro a bañar, me acerqué a los demás saludándoles uno por uno, con una gran sonrisa.

Les actualizo un poco de la situación de todos:

NamJoon y SeokJin se iban a casar en unos meses, ambos vivían solos en una casa fuera de la gran cuidad.

Jimin como ya saben, se caso con Nayeon y tienen un hijo precioso.

Taehyung sigue igual de divertido que siempre, aunque sospecho que anda en algo con Tzuyu, pero no puedo confirmarles nada.

Yoongi estaba enamorado de Jihyo, aunque él lo negara. Mientras que ella estaba enamorada de Hoseok.

Hoseok, bueno... Él decidió irse a vivir afueras de la ciudad, al igual que Nam y Jin, no sabía mucho de su vida. Me comentó que consiguió una novia, y que era australiana, pero nada más.

Y Jungkook, él estaba casado conmigo y teníamos una hermosa hija de tan solo un año.

Tenía los ojos de su padre al igual que las facciones de su rostro, pero su cabello era idéntico al mío; imposible de controlar.

Todos éramos felices, rodeados de personas buenas.

Mientras las chicas colocábamos la mesa para cenar, los chicos traían la comida y bebida.

Un olor delicioso irrumpió el lugar, se me hizo agua la boca y procedimos a sentarnos. Nos servimos todos y cuando finalmente decidí dar mi primer bocado, las palabras de Nayeon me hicieron escupir toda la comida.

— Estoy embarazada.

— ¿¡Qué!?

El grito quizá sonó hasta en la casa de alado, por supuesto, si es que todos gritamos aquello sorprendidos (excepto Jimin y Nayeon).

— Creí que estarían felices —Jimin se encogió de hombros y reaccionamos.

Nos levantamos, abrazamos y besamos (obvio en la mejilla de ambos); era algo inesperado pero estaba feliz por ello, eran buenos padres.


Y así finalizo mi historia, algo aburrida y llena de problemas, los cuales por suerte logré solucionar, no todos pero la gran mayoría al menos.

Estaba feliz alado de Jungkook, y eso para mí lo era todo.

Era el hombre de mi vida, de eso estaba más que segura.

Así que este es el fin, aunque duele... Nosotros seguiremos formando una historia junto a nuestro hijo, quien sabe... Quizá mas adelante llegue una mini Sun.


— Eres un psicópata —le susurré a Jungkook muy cerquita de sus labios, divertida.

— Y tú eres mía, pequeña HyeSun —contestó burlón y me estampó contra una de las paredes de la habitación, desesperado.



FIN.

Pequeña Sun IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora