—Así que eres el dios de los muertos. —repitió Rose, como por tercera vez aquella tarde.
Hades detuvo su caminata y la observó con ambas cejas alzadas, dando a entender que incluso con ella su paciencia tenía límites. Habían finalizado aquél almuerzo entre bromas de los tres jóvenes debido a esa descabellada afirmación de Hades, y ahora que él debía acompañar a la dama a hacer sus tareas diarias, ella parecía simplemente no querer olvidar el tema.
—¿Quieres que te vuelva a repetir toda la historia por cuarta vez? —cuestionó éste, aunque su tono expresaba que este ya estaba cansado de responder la misma pregunta una y otra vez, Hades jamás se mostró molesto; incluso encontraba terapéutico poder hablar de eso en voz alta— Sí, he venido a buscarte, pero no recuerdas quien realmente eres.
—Hay algo que no entiendo. —expresó mientras se abrían paso entre los verdes campos, casi paradisíacos, en los que vivían— ¿Eso significa que tu cabello está en llamas y robarás el poder algún semidiós para liberar a los Titanes y que destruyan el Olimpo?
La expresión de confusión de Hades fue de lo más genuina, incluso ladeó la cabeza mientras intentaba procesar esa pregunta, algo que generó una fuerte risa de parte de Rose.
—Es una descripción bastante específica —le respondió guardando una de sus manos en sus bolsillos— ¿Por qué habría de querer liberar a los titanes y destruir el Olimpo? ¿Realmente crees que soy así de malvado?
Ella abrió la puerta del granero y entró a este, tanteando en la pared hasta encontrar un sombrero que había allí colgado y lo acercó al mayor. La notoria diferencia de altura le imposibilitaba ponerle ella misma este accesorio, así que sólo se lo dió ya que tenían un largo día por delante, y él no parecía alguien que estuviera acostumbrado a la luz solar.
—No me culpes a mí, así es como te pintan en las películas. —Rose definitivamente no creía una palabra de la que él decía, se lo había dejado en claro desde el principio, pero aún así encontraba entretenido seguirle el juego— Cierra la puerta al entrar, si las vacas se escapan entrarán a la casa.
Hades hizo lo que ella pidió, y luego de limpiar el polvo de aquél sombrero aprovechó la soga que caía de este y se lo colgó sobre su cuello mientras que seguía a Rose con la mirada. Ella comenzó a buscar algo en un armario oxidado y sacó de allí un cambio de ropa, bastante grande para ella así que asumió que era para él.
—Deben trabajar mucho para mantener este lugar ¿No sería mejor mudarse a la ciudad? —la duda de Hades había tomado desprevenida a Rose, quién dejó un pantalón y una camiseta en las manos del mayor. Por más estilo que tuviera su ropa actual, le era difícil imaginarse a Hades trabajando en un fino traje de tres piezas y zapatos de cuero.
—¿Crees que allá afuera haya lugar para gente como nosotros? —se rió de solo imaginarlo, abriendo la puerta a un diminuto cuarto de baño, suficiente para que Hades entrara y cambiara su ropa.— Y aunque lo hubiera, no hay otro lugar con el que sienta esta conexión, sé que pertenezco aquí, además no podría dejar a los gemelos… son mí familia.
El silencio se apoderó de ambos por unos momentos, mientras que Hades desabrochaba su camisa y sus pantalones, dejándolos perfectamente doblados. Él apenas entraba en el baño en el que estaba cambiando su ropa, pero aún así logró hacerlo con facilidad, al salir de allí se encontró con que Rose tenía la mirada perdida, probablemente sumergida en sus propios pensamientos.
—¿Ellos son familiares tuyos? —volvió a cuestionar, honestamente no tenía idea de cómo funcionaba todo en la actualidad, no sabía si su cuerpo había reencarnado de forma aleatoria o varios dioses que habían quedado atrapados en el reino mortal habían tenido la misma suerte que ella.
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𝗘𝗩𝗘𝗥𝗟𝗔𝗦𝗧𝗜𝗡𝗚 ˡᵒʳᵉ ᵒˡʸᵐᵖᵘˢ
FanficPerséfone era una poderosa deidad, pero el haber sido desterrada en el reino mortal había traído mortales consecuencias para ella. El cuerpo de la diosa se desintegró, creando así lo que ahora se le conoce como invierno. Nadie en el Olimpo supo jamá...