CAPITULO NUEVE

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— ¿Podemos hacer una pausa? — se queja Az después de, exactamente tres minutos de que comenzamos a caminar.

— Hemos recorrido menos de un kilómetro ¡Porque haríamos una pausa! — explota Benito.

Me preocupa que un cuerpo con masa tan pequeña tenga niveles de explotación y radiación de estrés a tan grande escala. A veces me dan ganas de abrazarlo y decirle que todo estará bien. Pero después recuerdo que va en contra de mis principios y se me pasa.

— Mínimo explícanos de que va el plan, siento que solo te estoy siguiendo los pasos como si fueras quien sabe quién. — resopla y se sienta en una roca. Benito implora paciencia y esparce el mapa después de quitar a Az de su lugar de reposo. — Nosotros estamos aquí. — señala un punto con su dedo medio. Qué sutil indirecta. — La bandera está a diez kilómetros hacia el sur, o sea aquí. — señala otro punto. — Debemos llegar ahí, después seguiremos las pistas para encontrar los sobres.

— ¿Esto es una búsqueda del tesoro? — pregunto y el asiente. Recoge el mapa y sigue caminando liderando la operación "Rescata a bandera."

Seguimos caminando sin hablar, las hojas crujen bajo nuestros pasos apresurados y los sonidos de los animales del bosque son lo único que se escucha. Me gusta respirar el aire puro del campo, del bosque. Los árboles nos proveen de oxígeno con brisa fresca que azota en nuestra cara, a pesar de ser primavera la humedad y el calor son tolerables.

— ¿Piza con piña o sin piña? — Archie interrumpe mi detallado análisis sobre el camino y centro mi atención en él. Parezco pensarlo una eternidad y al final suelto la respuesta que enerva a más de uno.

— Sin piña.

— ¿¡Qué!? — ven, a más de uno. La peliazul se acerca a nosotros y eleva ambas cejas acusatoriamente.

— Los siento, pero no me pasa. La piña es una fruta, prefiero mezclarla con Vodka y hacerme una piña colada o ponerle limón y chile y comer una piñonada.

— Eso no existe. — se ríe la sandía roja e inmediatamente se pone serio. — ¿Por qué hay gente que no le gusta la pizza con piña? Digo, no es mi favorita, pero me la como sin refutar.

No voy a entrar en discusión... ¿O sí?

— ¡La mía tampoco y yo si no me la como! —Az llega a nuestro lado y comenzamos a discutir porque la pizza sin piña es mil veces mejor que la pizza con piña.

— ¡Oh! Yo tengo otra pregunta rompe amistades. — dice Az y todos callamos el murmullo. — ¿Team Capitán América o Iroman?

Sí, es mi afán llevarle la contraria a todo lo que me dicen, pero honestamente es divertido ver a todos divididos y defendiendo su postura, así que decido ser sincera.

— Team Capitán América. — contestamos al unísono.

Comenzamos a reír, aunque la única risa que logra captar mi atención es la del pelinegro con audífonos decorando su cuello, tiene una manera peculiar de reír y eso lo hace resaltar ante los demás, pero no quiero desvivirme por ese sonido, no quiero sonar acosador y por eso decido unirme al tumulto de alabanzas hacia el señor Steve Rogers y todo el buen trabajo que hace.

— Todos tenemos la misma edad, ¿Cierto? — esta vez es el turno de Celeste lanzar la pregunta rompe amistades. — ¿Qué piensan estudiar?

— La carrera que sea que no lleve matemáticas. — pide Az — Soy pésimo.

— ¡Que ganas de medir la altura de ese árbol! — señala un árbol gigante, que de seguro lleva ocho ciclos de mi vida postrado en ese lugar.

— ¡Basándome en su sombra y usando el teorema de Pitágoras! — agrega el chico de lentes y todos soltamos a reír.

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