Un Loco Suelto

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La familia de Chūya había regresado de Los Ángeles después de tenerlo dos años en el abandono, solo y con una llamada al mes para saber de su condición. Parecía no importarles lo suficiente, y mucho menos, si ya consiguieron un reemplazo: una hermana para Chūya.

El pelirrojo llegó a la sala de la casa tomando la manita de Atsushi. El bebé albino miraba a esos señores que no conocía y le ocasionaba cierto miedo y temor, más, al ver los gestos del padre de Chūya.

— Mami... Shúbeme.

Musitó con temor. Chūya lo levantó en brazos, dejándolo de espaldas a sus padres, a la vez que se acercaba a ellos y a Dazai.

— Chūya. ¿Es verdad lo que esta momia está diciendo?

Cuestionó el padre.

"¿Momia? ¿Yo?".

Por la mente de Dazai. El castaño se mantenía un paso más adelante que Chūya, por si algo intentaba hacer el padre del mismo contra ellos.

— Papá, sé que detestas esto pero... Dazai y yo nos enamoramos, se suponía que yo era un doncel infértil pero... Las cosas pasaron y después de que el niño naciera, nosotros nos casamos y...

— ¡¡¡ERES UN SIN VERGÜENZA, CHŪYA!!! ¡¡¿CÓMO PUDISTE HACERNOS ESTO A TU MADRE Y A MÍ?!! ¡¡NOSOTROS NO TE CRIAMOS DE ESE MODO!!

— Señor, no sea tan duro con Chūya. Además...

— ¡¡NADIE PIDIÓ TU OPINIÓN!!

Dió un empujón a Dazai, lanzándolo hasta la pared contraria con ayuda de su habilidad. Dazai ni siquiera previó esa acción, y se había golpeado la cabeza. Ahora sangraba y miraba que todo a su alrededor daba vueltas bastante rápido y poco a poco se volvía de color negro. Quedó inconsciente al minuto.

— ¡¡PAPÁ, NO TIENES NADA QUE RECLAMARME!! ¡¡USTEDES NO ME CRIARON DE ESE MODO PORQUE NI SIQUIERA ME CRIARON!! ¡¡SIEMPRE ESTUVE SOLO!! ¡¡TENÍA DIEZ AÑOS Y USTEDES DOS YA SE IBAN A AMÉRICA POR MESES!! ¡PASÉ MIEDO Y ANGUSTIA Y NADA LES IMPORTÓ! ¡NO PIENSO COMETER SUS MISMOS ERRORES Y CRIARÉ A MI HIJO HACIENDO LAS COSAS QUE ME HUBIERA GUSTADO QUE MIS PADRES HICIERAN CONMIGO ALGUNA VEZ EN MI INFANCIA!

Las lágrimas de Chūya no faltaron. Sujetaba mejor a Atsushi, quien comenzó a llorar muy aterrado por tantos gritos, y abrazado del cuello de su madre. Ver a su papá Dazai lastimado y con sangre le daba más temor.

La madre de Chūya se mantenía en una orilla de la sala, con su pequeña hija, presenciando los hechos. No se atrevería a intervenir, o podría salir perjudicada.

— Eres una porquería, una basura, un malagradecido, una escoria andante, y un estúpido doncel. Me das asco.

Chūya sonrió, con todo el dolor de su corazón.

— Juro que si Dazai está muerto por tu culpa, "papá", vendré a matarte. Porque a mi niño, no le vas a quitar la felicidad de tener el padre que tú nunca fuiste. No sabes cuánto te odio y te detesto, mal padre.

Chūya se dió media vuelta, para ir al lugar donde Dazai yacía inconsciente, cuando sintió un golpe fuerte por detrás, y Atsushi cayó al suelo en una mala posición, soltando un llanto más desgarrador que cualquier vez común.

Chūya no resultó herido de gravedad. Si bien, su padre lo había golpeado en la nuca, por alguna razón no lo sintió tan fuerte. Esas acciones ya eran de loco, de un psicópata asesino.

Atsushi se quejaba mucho de dolor en una pierna. Todo parecía haber terminado para la familia de universitarios pero, en realidad eso no se quedaría así. Tenían a su familia detective y mafiosos.

Osamu seguía sin recuperar la consciencia en el hospital. Mori, con su bata de doctor, lo acompañaba, sentado en una silla al lado de la cama y deseando su pronta recuperación.

Estaba llorando. Acariciaba una de las manos de su hijo.

— Rintaro, ¿Osamu-kun se pondrá bien?

— Eso es lo que queremos creer, Elise-chan. He intervenido mucho para su mejoría. Pero me dieron un descanso por tanto que llevo cargando en mi mente. Yo... Me moriría si uno de mis hijos muere primero que yo. Todo por ese maldito. Esto no se va a quedar así.

— ¿Pedirás ayuda a la Port Mafia para encontrarlo? Ese señor escapó.

— Haré lo que sea necesario para hacerlo pagar.

•••

En otra habitación, Chūya también estaba inconsciente. Fukuzawa lo acompañaba. Era su yerno y le tenía mucho aprecio, tanto, como si fuera su tercer hijo.

Comenzaba a preocuparle que después de seis horas del golpe, ni Chūya ni Dazai hayan despertado.

— Chūya-kun. Lo que sea que tu padre te haya dicho, todo es mentira. Tú eres un buen chico, uno muy cariñoso, amigable, bondadoso, que se preocupa por los demás. Estoy agradecido de que ames a mi Osamu. Él es muy feliz contigo.

Cubrió mejor a Chūya con la sábana.

— Ustedes dos deben graduarse de médicos y trabajar en los hospitales de Ougai. Serán unos profesionales y los mejores de Yokohama. Tienen mucho por vivir. Así que, por favor, haz tu mejor esfuerzo. Si no es posible para tí, Ougai y yo prometemos cuidar a Atsushi-kun con mucho amor.

En una tercera habitación, pero de pediatría...

Ranpo leía cuentos al pequeño Atsushi. El niño tenía una pierna fracturada, y no podía moverse mucho.

Estaba en una pequeña cama con rejillas a los lados que lo protegían de caídas.

— Entonces, Bobby el perrito, se encontró con una casa en medio del bosque. La casa pertenecía a un joven amante de los perritos. Así que, Bobby rasgó la puerta de madera con una de sus patitas, para llamar la atención del humano dueño de la casa.

— Tío Dan-po. ¿Papi y mami cuándo vie-nen?

Ranpo cerró el libro y sacó un tigre de peluche de una bolsa de regalo, para dárselo al niño.

— ¿Qué esh, tío?

— Un tigrito para tí. ¿Te gusta? Puedes dormir con él. Ya es muy tarde.

— Quiello domii en cashita con mami y papi.

— Pronto. Tienes que dormir primero para que eso suceda. Anda, duerme. Me quedaré a cuidar tus sueños.

Incontrolable Sensación [+18, SOUKOKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora