Problemas

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Osamu no era hijo único como Chūya, sino que tenía a su hermano mayor, Ranpo, de veinticuatro años. Sus padres, el doncel Ougai Mori, un médico y jefe de la Port Mafia, y Yukichi Fukuzawa, presidente de la Agencia de Detectives Armados pero... ¿Por qué ambos lideran organizaciones tan contrarias? Simplemente para estar a la par y formar un equipo, protegiendo así a su ciudad, sin que las personas estén enteradas de que ambos jefes son un matrimonio.

Ranpo ya tenía un trabajo como detective en la Agencia de su padre. Estaba listo para salir, al igual que Fukuzawa. Por su parte, Osamu se alistaba para ir a la universidad. Estudiaba medicina, pero era un alumno desastroso al nivel de Chūya.

— Osamu, ¿ya estás listo?

Preguntó su padre, Fukuzawa. Era quien lo llevaba a la universidad.
El castaño tomó su mochila y se puso los zapatos en la entrada antes de salir.

— Sí, papá.

Mientras tanto, Chūya se apresuraba para salir de casa cuando su padre lo detuvo.

— Chūya.

— ¿Papá? ¿Sucedió algo?

Preguntó con un poco de miedo, pues el hombre lo miraba algo molesto y eso lo asustaba.

— No. Estaba viendo las noticias... Son aterradoras. Cada vez más, los hombres donceles se embarazan, ¿sabes lo que eso significa? Que hay más hombres gays en Yokohama y eso está mal. Va contra todo el universo.

Chūya sintió un nudo en la garganta y abrazó su mochila, a la altura de su pecho y abdomen.

— S-Sí, ¿y por qué me lo dices a mí?

Más que asustado, estaba lleno de preocupación. ¿Qué habrían notado sus padres? ¿Por qué era ahora un sospechoso?
La mujer albina se acercó a ellos y se situó al lado de su hijo, posando ambas manos sobre sus hombros.

Chūya, mi niño.

— Mamá, tengo veinte años... Ya no soy un niño.

— Lo eres para mí. ¿Sabes una cosa? Hace unas semanas, mientras lavaba tu edredón, me encontré manchas de lo que parecía ser semen. Le pregunté a tu padre y... Chūya-kun, ¿te acostaste con otro chico y sin protección?

Chūya retrocedió, pero intentando mantenerse firme. Negó con la cabeza lo más pronto que terminó la atrevida pregunta.

— ¡No! No hice eso. Y-Yo estaba... Con el auto...

La madre sonrió.

— Lo imaginé. Aún así, deberías ser más cuidadoso. Sabía que no eras capaz de tener un novio cuando tu padre y yo te hemos inculcado que lo ideal sería tener novia aunque seas un doncel.

Chūya quedó en silencio.

— Hijo. Sólo te advierto que si nos das la tan desagradable sorpresa de un bebé, dejarás de contar conmigo de por vida y me olvidaré de que tengo un hijo.

— ¡No, papá! Yo no podría...

Si bien, la madre de Chūya se convenció por la respuesta, para su padre era un total mentira. No dejaba de observar a Chūya en ninguno de sus movimientos, queriendo saber una sincera verdad.

Horas más tarde, en la Universidad, después de unas prácticas de laboratorio... Dazai y Chūya se quedaron ahí, aprovechando la hora de descanso.

Estaban sentados en la orilla de una pared, ocultos por un mueble grande.

— Dazai.

Su tono serio y desanimado con el que lo llamaba, lo preocupó.

— Dime, Chūya.

— Mamá y papá encontraron tu semen de aquella vez en el edredón de mi cama. Les dije que había sido yo, solo... Pero me preocupa que papá lo haya ido a revisar en uno de sus laboratorios. Papá es científico... Ellos no estarían de acuerdo en que yo tenga una relación con otro hombre. Estoy asustado. No quiero dejarte...

Las lágrimas no tardaron en salir. Dazai recargó a Chūya en uno de sus hombros, para poder abrazarlo y darle ánimo. Le dolía verlo de ese modo. Ellos no sólo tenían al otro para darse placer, ellos en verdad estaban enamorados. Chūya lloraba.

— No te dejaré, Chūya. Mis padres son dos hombres y... Ellos serían comprensivos conmigo si les digo que tengo un hermoso novio.

Chūya se sonrojó por el comentario.

— Dazai, ¿Tú me amas?

— Más que a mi propia vida.

— Papá va echarme de la casa si yo estoy embarazado... Papá es muy homofóbico. Y yo no tendría a dónde ir...

— Pero Chūya, eres un Doncel infértil y tu padre no te echará de casa.

Chūya se quedó en silencio.

En ese momento, el profesor Kaji Motojiro entró a revisar el laboratorio. Si no había nadie, cerraría la puerta con llave.

Incontrolable Sensación [+18, SOUKOKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora