Entre al baño, agradeciendo que estuviera vacío para poder lavarme rápidamente entre las piernas con agua y ya que estaba, poder mear tranquilamente.
Cuando me senté en la taza, me percaté de que había un zapato dorado en mi cubículo, completamente abandonado.
Pero ¿Qué coño...?
Cogí el tacón con sorpresa, ya que me resultaba vagamente familiar.
Tiré de la cadena y salí del baño hacia el espejo, dejando el tacón en la encimera mientras me lavaba las manos y me arreglaba un poco el pelo.
¿Este tacón no es el de...?
Escuché un susurro que me hizo mirar la puerta cerrada desde el espejo, frunciendo el ceño. Después una respiración acelerada y segundos después un taco, que reconocí al instante.
-¿Val? -Pregunté girándome hacia la puerta -¿Que coño haces?
Un suspiro exagerado de alivio resonó al otro lado, para seguirle después una risita.
-¡Joder que susto!
La voz de mi amiga salió desde la puerta cerrada, asomando los pies por la parte de abajo, ambos descalzos.
-¿Por qué vas sin zapatos? ¿Quieres coger una puta enfermedad en...?
No terminé la frase, ya que mi boca se descolgó cuando entreabrió la puerta para asomarse, toda colorada y despeinada, con una sonrisa que me conocía muy bien.
Otro par de pies aparecieron a su lado, enfundados en unos zapatos de hombre, pero no el rostro de a quien pertenecían.
-Se me cayó -Bromeó sacando el brazo para que le diera el zapato -¿Donde estabas?
Tardé varios segundos en reaccionar y acercarme para darle el tacón, sin saber si quería saber con quien estaba.
-Entretenida -Contesté frunciendo el ceño -¿Quien...? Bueno, no se si quiero saberlo.
Val sonrió mas ampliamente, colocándose los tirantes del vestido y mirando detrás de ella, haciéndole indicaciones a su acompañante.
-Oh, si os conocéis, no te preocupes.
Mierda.
Empalidecí, retrocediendo un paso.
-Justo por eso, me preocupo -Murmuré -Val ¿Era necesario que...?
-Que estabas haciendo tu ¿eh? Porque tienes la misma cara de bien follada que yo, guapa -Se burlo abriendo un poco mas la puerta.
Una mano grande y temblorosa empujó la puerta para cubrirse, molestando a Val.
-¡Ahora no vayas de tímido! -Protestó abriendo la puerta.
-¡No! -Gritó el hombre, cubriéndose la cara.
Pero por supuesto, lo reconocí.
Y flipe en colores.
-¿Ethan? -Inquirí alzando las cejas -¿Te has enrollado con Ethan?
El ayudante de Damon se puso tan colorado que creí que se ahogaría, escondiéndose de mi como un niño pequeño avergonzado.
Me miró entre sus dedos, atemorizado.
-Por favor señorita López, no le diga nada al señor Blake -Gimió en ingles, asustado.
Val entendió lo suficiente para sacudir la cabeza, saliendo con dignidad del baño, colocándose bien el bajo del vestido.
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Atrapada en el Purgatorio #3
Romance"Las penas que se sufren en el Purgatorio son similares a las del Infierno, pero no son eternas y purifican porque la persona no esta empedernida en una opción por el mal. Es la purificación de los elegidos; la ultima etapa de la santificación" Alca...