Capítulo 19

13.6K 1.5K 373
                                    

     -¿Tienes las llaves?

      -Si.

      -¿El numero del pediatra?

      -Si.

     -¿La cartilla de Cronos?

     -Si.

     -¿El numero de mis padres por si...?

    -Siiiiii-Contesté con un gruñido cansado.

    -¿Y mi corazón?-Preguntó con una sonrisa.

    -¡Deja de ser tan cursi!-Protesté dándole un empujón. Se rio, pero esperó mi respuesta-Joder, si, Eric, tengo tu corazón, tu alma y tu bestia de recuerdo ¿Quieres relajarte un poco? Solo son unos días...

Se removió inquieto, mirando a Lizzie por encima de mi hombro. La pequeña estaba subida a la espalda de Guille, despidiéndose de su tío Damon.

Sabia la ansiedad que le generaba perdernos de vista a ambas durante tantos días. No había dormido nada la pasada noche y dudaba que hiciera algo diferente el resto de la semana. Era la primera vez que se separaba de Lizzie desde que volvimos de EEUU. También la primera vez que me quedaba a solas con ella tanto tiempo y eso le generaba otro tipo de nervios. No porque no creyera que pudiera con ello, si no porque quería estar cerca en algo así.

Lizzie estaba encantada y Eric debería estar tranquilo, consciente de que sus padres estaban a medio minuto andando de su casa. Todo iba a ir bien.

    -Eh-Susurré acariciándole la mejilla para que me mirara-No le pasara nada conmigo, te lo juro. Te mandare informes de situación cada hora-Traté de bromear para tranquilizarle.

Cogió mi mano con la suya, dejando un beso en la palma de la misma que me hormigueo hasta el vientre, quedándome atrapada en su mirada de plata. La noche anterior nos habíamos despedido en condiciones, pasando la noche juntos y follando hasta que mi cuerpo pidió un descanso, demasiado extasiado por los orgasmos. Me acordaría durante toda la semana en la que estuviera ausente de esa noche. De milagro podía andar en condiciones.

     -Se que estará bien contigo. Pero yo sin vosotras, no tanto-Murmuró preocupado-Tened cuidado, por favor.

Le sonreí con confianza, poniéndome de puntillas para darle un beso tierno en los labios, reprimiéndome a darle un mordisquito en el inferior a pesar de que me moría de ganas. Pero no era algo para hacer en publico, ni siquiera en una despedida.

    -Lo tendremos-Le aseguré bajando de las puntas de mis pies de nuevo-Que te sea leve el trabajo, cariño.

Puso los ojos en blanco por mi comentario, consciente de que lo decía para fastidiarle y que le gustaba tan poco como a mi esos apelativos de pareja. Fue hacia Guille para coger a Lizzie en brazos y darle un ultimo beso antes de embarcar.

    -Pórtate bien-Le pidió dejándola a mi lado-No quiero que te metas en líos con...

    -Siempre me porto bien-Protestó Lizzie pateando el suelo, cogiendo mi mano extendida hacia ella-Ara y yo nos lo pasaremos muy bien sin ti.

Lizzie alzó la barbilla para confirmárselo, con una sonrisa desdentada. Hacia solo unos días que una de sus palas se había caído, lo que había implicado todo un plan estratégico ingeniado por Eric para dejarle el regalo del hada de los dientes bajo su almohada. Fue divertido ayudarle, sintiéndome como en una película de James Bond, gateando por la alfombra para que no nos pillara. Gracias a Dios estaba ahí cuando lo perdió y podía irse de viaje sin que perderse aquello le atormentara.

Eric estrechó sus ojos, suspirando.

    -Procura que eso no sea así-Me pidió-Se supone que me tenéis que echar de menos.

Atrapada en el Purgatorio #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora