Caminé por el jardín helado con paso ligero, rezando porque no se pusiera a llover en el trayecto hasta casa, temiendo por mi pelo que aun aguantaba liso.
Llegué al porche suspirando por haberme librado del chaparrón, rebuscando en el bolso hasta dar con las llaves para abrir la puerta, entrando con un pequeño empujón de hombro.
-¡Ya he llegado! -Grité a modo de saludo quitándome las botas dando saltos torpes, dejando de cualquier manera las cosas sobre el mueble del recibidor.
Cronos soltó un aullido desde la cocina a modo de saludo, relajándome y haciéndome sonreír.
-¡Estamos en la cocina! -Chilló Lizzie.
-¡Ya voy!
Me terminé de descalzar, dejando el abrigo y el bolso para ir corriendo hasta la cocina y darle un achuchón a Lizzie y puede que otro a Eric, si se dejaba.
Mi ilusión se pinchó un poco al llegar a la cocina y encontrarme con Lizzie cenando acompañada por su abuela, sin rastro de Eric.
-¡Hola! -Saludé reconstruyendo de nuevo mi sonrisa -¿Ya cenando bichito?
Me acerqué para darle un beso en la cabeza, dejándola cenar tranquila. Me sonrió con la boca cerrada por tenerla llena, asintiendo con la cabeza.
Pase detrás de Eve dándole un apretón suave en el hombro que me correspondió con una palmadita en el dorso de mi mano.
-Mañana hay colegio -Contestó Eve por ella -¿Que tal el día? ¿Te lo has pasado bien?
Fui hasta la cafetera para prepararme un café, ya que mi día apenas estaba mitad aun.
-Genial, como siempre. Nos hemos puesto hasta arriba de comer -Contesté con media sonrisa-¿Quieres un te?
Eve se giró en la silla para mirarme, negando con la cabeza con una sonrisa amable.
-No, gracias cielo.
Era raro tenerla en casa, ya que normalmente solía respetar nuestra privacidad y no entrar a excepción de situaciones puntuales. Cuando se quedaban con Lizzie, lo hacían en su casa, no en aquella.
-¿Donde esta Eric? -Pregunté sentándome en la silla junto a Lizzie una vez terminé de preparar mi café.
Eve me puso una sonrisa de disculpa.
-Ha tenido que ir a la oficina, no sabe cuanto tardara.
Eric no me había mandando ningún mensaje avisándome. Cuando quedaba con mis amigos no solía mandarme ninguno o molestarme a no ser que fuera algo muy importante.
Esperaba que al menos no tardara demasiado en volver y pudiéramos cenar juntos.
-Guille y Damon no tardaran en llegar a Bangkok, les pedí que me mandaran un mensaje o me llamaran en cuanto pudieran, para dejarnos más tranquilos -Comentó Eve mirando su móvil -No creo que duerma hasta entonces.
Su preocupación maternal por mi amigo y su sobrino me enterneció. No les iba a ocurrir nada en la luna de miel, ya que habíamos planificado muy bien su viaje para evitar imprevistos. Solo estarían incomunicados de nosotros un par de días, en un retiro con balneario donde de lo ultimo que se tendrían que preocupar era del móvil.
-No te preocupes, se lo pasaran tan bien que no tendrán tiempo para otra cosa que no sea disfrutar. Se merecen mucho ese viaje y vosotros también.
En cuanto nos fuéramos a Nueva York, Eve y James tenían sus propios planes. Iban a recorrerse Europa junto con Cronos con una autocaravana. Al comunicarles nuestra idea de mudarnos una temporada, ellos no se vieron capaces de ir con nosotros a Nueva York de nuevo, pero tampoco quedarse encerrados en casa sin su nieta y su hijo.
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Atrapada en el Purgatorio #3
Romance"Las penas que se sufren en el Purgatorio son similares a las del Infierno, pero no son eternas y purifican porque la persona no esta empedernida en una opción por el mal. Es la purificación de los elegidos; la ultima etapa de la santificación" Alca...