"-..Te llevaré conmigo a mi pequeño refugio. Ahí donde nadie te oirá o vera. Estaremos solos, creando bonitos recuerdos, mejores a los de mi infancia-Susurró persuasivo-Nadie nos encontrará, es un buen escondite. Te gustará, hay bosque y montañas, nada que ver a esta fría piedra sin vida."-Esta en Barrow.
Eric se sentó a mi lado en la cama, cogiendo las sábanas para cubrirnos. Me ayudó a incorporarme, estirándose hasta alcanzar su camiseta del pijama hecha una bola a los pies de la cama.
-¿Barrow? ¿Dónde está ese lugar?-Preguntó pasándome la camiseta por la cabeza y así cubrir mi desnudez.
La ropa estaba fría, pero su olor me calmó las ansias que aún conservaba de la pesadilla.
-Alaska-Contesté de inmediato-Es donde los llevó tu abuela cuando escapaba de su marido. A Edmund y a tu padre. James era muy pequeño y enfermó, por eso tuvieron que volver. Puede que no sepas la historia o...
-Algo me contó mi padre, pero no mencionó el lugar... -Explicó con la mirada perdida. Tras un momento, sacudió la cabeza-¿Estas segura de que es ese sitio? ¿Te lo dijo el claramente?
Menciono el lugar solo una vez, pero estaba segura de que fue ese y también que se encontraba en Alaska.
-No, pero lo se-Dudó de mi cordura y conciencia unos segundos, analizándome de forma crítica-Eric, esta en Barrow. Estaba obsesionado con su madre de manera enfermiza. No la veía como víctima, sino como culpable. Su mente psicótica creó un mundo paralelo de... de perfección en el que intento incluirme. Me... me quería llevar ahí. Se proyectaba constantemente conmigo y si me llevaba a Barrow...
-Crearía recuerdos diferentes y mejores que los de su infancia, aunque fuera haciéndote más daño- Comprendió con frialdad.
Su mirada se habían oscurecido por la concentración aguda que le había visto poner otras veces en las que se concentraba en una estrategia.
Le había visto adoptarla muchas veces esas semanas, tan concentrado en protegernos que se consumía en esa expresión seria y distante.
Estaba trazando un perfil sobre las intenciones de Edmund y sus conclusiones le estaban llevando por zonas oscuras.
Apretó los puños sobre la cama, poniendo sus nudillos blancos con un crujido que me provocó un pequeño respingo.
-No logro llevarme ahí-Le recordé tomando sus mejillas entre mis manos-Estoy aquí, contigo.
No necesitaba decirme lo que se había imaginado, porque la lividez de su rostro se había acentuado por el asco.
-Si no hubieras llevado el chip de rastreo...-Comenzó a murmurar.
No. No iba a permitir que pensara de nuevo en eso.
Le silencié con un beso duro al que me respondió con un gruñido.
-Me lo puse a tiempo y ahora estoy aquí, contigo-Insistí de nuevo-Hemos peleado juntos mucho tiempo, seguimos haciéndolo y seguiremos con ello ahora que soy tuya de una manera anticuada, tradicional y tremendamente tópica-Levanté mi mano para mostrar el anillo que me había puesto con una sonrisa orgullosa hacia unas horas-No soy suya.
Cogió aire en profundidad, tomando la mano del anillo para bajarla a nuestro regazo, repasándolo con el pulgar.
-Tampoco mía. No quiero que lo seas así, quiero que sigas siendo tuya y me acompañes.
Este idiota siempre sabe que decir y como decirlo
Asentí con media sonrisa, apretando su mano entre las mías.
ESTÁS LEYENDO
Atrapada en el Purgatorio #3
Romance"Las penas que se sufren en el Purgatorio son similares a las del Infierno, pero no son eternas y purifican porque la persona no esta empedernida en una opción por el mal. Es la purificación de los elegidos; la ultima etapa de la santificación" Alca...