FINAL: Capítulo 53

10.5K 1.1K 368
                                    

El ruido en las cañerías contra las que estaba apoyada, era rítmico, con un burbujeo muy característico.

Seguía siendo lo único que podía escuchar o en lo que podía concentrarme, manteniendo mi respiración lo mas calmada posible.

Tras un par de minutos, abrí los ojos para poder centrar la mirada en la puerta, cogiendo aire en profundidad una ultima vez.

    -Creí que no lograría hacerme daño de nuevo -Murmuré mas para mi que para Eric -Sigue teniendo más poder del que debería.

Eric se acercó lo suficiente para que su figura entrara en mi campo de visión periférica. Se agachó con movimientos lentos y calculados, acabando de cuclillas a mi lado.

    -Tendrá todo el poder que le quieras dar -Me espetó con la voz grave -Podemos quitarle ese poder sobre nosotros. Solo tienes que decirlo y se acabó.

Sonaba muy sencillo, demasiado sencillo para ser tan simple.

    -No es tan fácil -Susurré mirándole de reojo -Es una... es una vida humana. Una que no vale para nada, pero...

Frunció las cejas levemente, torciendo la cabeza con confusión.

    -¿Quieres que viva?

    -No -Contesté con rotundidad -Pero tampoco me veo capaz de hacerlo.

Creí que si, que podría hacerlo sin dudarlo y cobrarme así todo el mal que ese ser me había hecho, pero al llegar el momento, me estaba sintiendo incapaz de hacerlo con mis propias manos.

    -No lo hagas si no eres capaz. No creo que... que puedas mancharte las manos con esto -Me tranquilizó extendiendo la mano hacia mi -Ainara, no tienes porque hacerlo tu.

No sabia si era lo que todo el mundo esperaba, que fuera mi propia mano la que acabara con su vida.

Me sentía mareada y confusa, me dolía la cabeza con tantas cuestiones morales pasando por ella. Me estaba agobiando mucho y Eric lo estaba notando, se estaba percatando de que mi respiración se estaba acelerando de nuevo.

    -No creo que... que pudiera pasar por otro Purgatorio, Eric.

Conocía lo suficiente de mi experiencia para saber lo que fue para mi estar en el bunker. Por mucho que habían tratado de convencerme de que aquello no era así, que yo no tenia la culpa de nada y no me merecí ninguna de las cosas que pasé, no me quitaba de la cabeza que la experiencia si que fue merecida.

Me cambió la vida y me replanteé demasiadas cosas en ella, las perspectivas y como me enfrentaba a todo.

Incluso en aquel dilema, en el que yo misma había defendido que había actos cuya consecuencia justa era siempre mayor a la pena que se le daba en aquel mundo civilizado, no podía seguir mis propios ideales sin replanteármelo todo.

    -No lo vas a pasar -Me aseguró cogiendo mi mano para frotarla entre las suyas, tratando de que entraran en calor -No volverás a pasar por nada parecido. Te lo prometo.

Nuestras miradas se intensificaron, creando esa conexión y apoyo que siempre encontraba en el fondo de sus ojos.

No permitiríamos que nos dañaran de la misma manera nunca más, pero no era otra persona la que me haría daño si tomaba esa decisión, sino yo misma.

Tiré de mi mano para acercar las suyas a mis labios, dándoles un beso a sus nudillos ligeramente ásperos por su constante trabajo y entrenamientos.

    -Vamos a acabar con esto -Le pedí haciendo amago de levantarme.

Atrapada en el Purgatorio #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora