𝐗𝐕

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Bambam llegó a casa de Jinyoung media hora después de recibir el mensaje de texto de Jaebeom.

Lo había confundido con la urgencia, como si algo grave hubiera sucedido. Incluso le había pedido que trajera todo lo que pudiera necesitar para hacer magia.

¿Qué estaba pasando ahí?

Sin embargo, Jaebeom había dicho que se lo explicaría más tarde, así que tomó su libro de hechizos y su valiosa maleta y ahí estaba, parado frente a la casa, confiando en su amigo con todo su corazón.

Apenas miró hacia la casa antes de tocar el timbre y, un momento después, alguien abrió la puerta.

Yugyeom.

Bambam tragó. Recordó la promesa que le había hecho a Jaebeom, y que no eran tan malos como había pensado originalmente. Eran buenos vampiros. Más o menos.

—Uhm, hola... Jaebeom hyung me dijo que viniera...

La situación era más que incómoda.

—¡Oh, sí, entra! —puso su mejor sonrisa y se apartó para que Bambam pudiera entrar. —Me dijeron que esperara en el sótano por ahora, pero luego me lo explicarán. Sígueme

Eso hizo Bambam. No sabía qué decir, así que permaneció en silencio y siguió a Yugyeom hasta una puerta detrás de las enormes escaleras que conducían al piso superior. Bajaron las escaleras de abajo, más estrechas pero aún bien iluminadas, hasta que llegaron a una puerta de seguridad.

Bambam sintió que los secretos estaban a punto de ser revelados, pero Yugyeom solo sonrió para aplacarlo mientras sacaba las llaves.

—No te preocupes, no te voy a matar ni nada. Jinyoung hyung me dijo que tenemos que estar aquí para hacer lo que necesiten que hagamos. Aquí es donde guardamos todas las cosas importantes... las cosas raras

—¿Raras? —preguntó frunciendo ligeramente el ceño.

—Sí, bueno, más o menos. Algunos de ellos son solo recuerdos de mis hyungs, pero también hay objetos mágicos que han guardado durante demasiado tiempo

—¿Ellos? —no pudo evitar preguntar. —¿No eres mayor tú también?

—Realmente no —se encogió de hombros. —Nací en el siglo pasado

Bambam lo miró sorprendido.

Yugyeom era sorprendentemente joven y sentía curiosidad por su vida, cómo se había convertido en vampiro o los eventos que lo llevaron a ese terrible momento. Pero no estaba seguro de poder preguntar.

Tímidamente, miró a su alrededor. Había estantes llenos de libros, frascos de cristal con líquidos extraños, cuadros colgados a lo largo de la pared y una mesa grande y vieja en el centro de la habitación, rodeada de sillas.

—Lamento haberte juzgado mal —dijo incapaz de mirarlo. —Sabes... Nuestra gente siempre se peleó entre sí antes de que se firmara el tratado. Y... recientemente descubrí que Jackson fue... el que lo firmó

—Sí, me lo contaron. Sé que tu historia ha sido dura. ¿No es eso parte de la vida? —sonrió, un pequeño gesto que hizo que Bambam se sintiera extrañamente cómodo. —Pero ahora lo sabes, podemos ser... ¿amigos?

Su tono. Su pequeña sonrisa. Sus ojos esperanzados.

—Creo...

—¡Bien! —aplaudió y se sentó en una de las sillas. —Nunca había tenido amigos hasta que conocí a Jackson y Jinyoung, aunque ahora se parecen más a mi familia

Paradoxe Cramoisi [Bnior/JJP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora