𝐗𝐕𝐈𝐈

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Hace un momento, había estado abrazando a Jinyoung, sus cuerpos enrojecidos, sus manos acariciando su espalda.

Y luego todo se volvió negro.

No podía ver absolutamente nada, ni siquiera su propio cuerpo, aunque aún podía sentirlo. Extendió las manos y sintió que solo aire espeso y frío se deslizaba de sus dedos. Estaba envuelto en un vacío, apenas podía respirar y su corazón comenzó a latir con fuerza.

Jaebeom.

Dio un salto de sorpresa cuando una voz sombría e incorpórea pronunció su nombre.

No podía averiguar de dónde venía. La voz lo rodeó, lo envolvió como la brisa de verano en una playa, inquietante como un eco que regresa de un pozo profundo. Parecía provenir de todas partes, incluso de su propia mente, sin ser parte de ella.

Era una sensación tan extraña que no estaba seguro de cómo reaccionar.

—¿Quién está ahí?

Tenía miedo de moverse. ¿Cómo podía caminar cuando no podía ver? Era como si su visión se hubiera borrado, mejorando su tacto y audición.

Tú sabes quien soy.

Jaebeom comenzó a temblar. ¿Qué lugar era este?

—¡No! —gritó. —Déjame ir a casa

No puedes. Nuestro destino no te lo permitirá.

Desesperado, comenzó a correr a ciegas, buscando una salida. Pero no importaba cuánto corriera, todo estaba envuelto en la oscuridad, el mismo frío, consumiéndolo hasta los huesos. Podía sentir su respiración congelada, su cuerpo como un témpano de hielo.

Sin aliento, se detuvo y cayó de rodillas, sujetándose la cabeza con las manos. Las lágrimas comenzaban a caer de sus ojos.

—¿Qué quieres decir con "nuestro destino"?

Somos individuos diferentes, pero estamos relacionados por nuestra alma.

—Quieres decir... —levantó la cabeza y vio, muy lejos, una figura borrosa iluminada por destellos plateados. Parecía ser un hombre, pero no podía distinguir su rostro. —¿Eres yo ?

No. Yo soy yo. Tú eres tú. Simplemente compartimos la misma alma... y amamos a la misma persona. Lo amas ahora tanto como yo lo amé antes, pero no te has dado cuenta.

El eco se acercaba cada vez más a medida que la figura caminaba hacia él, pero todavía no podía verlo con claridad.

—¿Qué quieres? ¿Estás aquí por mi cuerpo?

No. Tuve mi oportunidad y también los demás antes que nosotros. Estoy aquí para mostrarte el pasado. Quiero ayudarte a salir de esto, a romper la maldición que destruye nuestra felicidad. Quiero que lo salves... Pero no hay nada que podamos hacer.

Jaebeom se quedó sin habla.

—¿Qué quieres decir? ¿Salvar a Jinyoung? —susurró.

Él es el Jinyoung que amo, pero también es otro Jinyoung. El es diferente. Y eres bueno para él. Tú lo curas.

—¿Qué tengo que hacer?

Sin embargo, su encarnación pasada no respondió.

Estaba congelado, incapaz de siquiera ponerse de pie. Las lágrimas se deslizaron cruelmente por sus mejillas. No sabía cómo poner en palabras todas las cosas que estaba sintiendo en ese momento. Dolor. Temor. Ansiedad. Pero más que nada, una intensa necesidad de salir de esa maldita pesadilla.

Paradoxe Cramoisi [Bnior/JJP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora