Mientras viajaban de regreso a la mansión, Jackson y Yugyeom hablaron juntos sin parar sobre el mercado navideño. El primero estaba absolutamente fascinado con Mark, el chico de la noria, y el segundo estaba completamente obsesionado con el batido especial de chocolate cubierto con nueces picadas que había probado.
Jaebeom y Jinyoung, sentados juntos en el asiento trasero, no dijeron nada. Estaban tomados de la mano en la oscuridad, sin que los amigos de Jinyoung lo supieran. Solo querían sentir la calidez del otro, ser el ancla del otro.
Se sintieron comprendidos.
No estaban seguros de en qué momento Jackson y Yugyeom se habían despedido cuando regresaron a la mansión, pero no importaba. Subieron las escaleras juntos, con las manos todavía enredadas. A la misma habitación.
Esa noche, la compartirán.
Cuando llegaron, Jinyoung le besó la mano y la soltó. Jaebeom lo miró, un escalofrío recorrió sus dedos. Vio la pequeña y triste sonrisa de Jinyoung. Lo miró a los ojos, aún brillando.
Quería besarlo, hacer que se olvidara del resto del mundo. Quería que fuera feliz.
—Regresaré en un minuto —dijo Jinyoung. Tocó la mejilla de Jaebeom, una caricia llena de sensaciones prometedoras. —No te duermas —agregó, su voz siendo más profunda.
—¿Adónde vas?
—Voy a... hablar con el personal —dijo vacilante. —Para asegurarnos de que nadie... nos moleste mañana, mientras... dormimos
Jaebeom asintió.
—Me daré una ducha mientras tanto
Ambos sabían que era una invitación. Cuando sus ojos se encontraron, quedó claro que esta noche iba a ser especial. Jinyoung se acercó a él y, sin dudarlo, presionó sus labios contra la comisura de su boca.
Estaba ardiendo.
Jinyoung se fue rápidamente. Necesitaba controlarse a sí mismo. No podía dejar que la necesidad se apoderara de él.
Cuando lo vio salir corriendo, entró en la habitación, repentinamente nervioso. ¿Cuánto tiempo había pasado desde su última relación? No podía recordarlo con claridad, pero había una cosa que sabía con certeza.
Incluso si esta no era su primera vez... se sentía así. Había el mismo nerviosismo. Su piel estaba ardiendo. Su corazón había comenzado a latir con fuerza. Sus labios se estaban secando, la parte inferior de su cuerpo reaccionaba.
Nunca se había sentido así. Nunca.
Estas estúpidas inseguridades.
Se apresuró a la gran ducha, lujosa, hecha de baldosas grises con una puerta corrediza, y se quitó la ropa antes de entrar. El agua tibia le bañó el cuerpo. Todos sus sentidos estaban despertando, esperando.
Había compartido uno de sus secretos más importantes con Jinyoung, uno que casi nadie más conocía, y se había sentido bien, como si estuvieran destinados a conocer los lados más oscuros el uno del otro.
Como si fuera el destino.
Jaebeom no esperaba que Jinyoung regresara tan rápido como lo hizo. Ni siquiera había terminado de ducharse cuando escuchó la puerta abrirse.
Se dio la vuelta y lo miró. La chaqueta del traje color caramelo había desaparecido; solo llevaba el jersey beige y los pantalones, no tenía puestos sus zapatos. Además, parecía despeinado a la perfección.
Se miraron el uno al otro, el vapor de la ducha los rodeaba. Jinyoung acarició su cuerpo con su mirada, tocando cada punto.
—Eres impresionante —dijo con voz profunda, enviando escalofríos por la columna de Jaebeom.

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Paradoxe Cramoisi [Bnior/JJP]
FanfictionDespués de su última relación, Jaebeom se ha quedado atrapado en una rutina aburrida. Para cambiar eso, sus amigos le recomiendan que use una aplicación de citas. Donde, a través de ella, conoce a alguien que pone su mundo de cabeza. Pero, sin quer...