13.

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Los primeros rayos de sol, que anunciaban el comienzo del nuevo día, comenzaron a colarse por las rendijas de la persiana que mantenía la habitación todavía a oscuras.

Chanhee abrió perezosamente los ojos y se estiró como una estrella de mar. Palmeó un poco a sus costados y se dio cuenta de que no era su cama, pues esta era el doble de grande. Se incorporó rápidamente y comenzó a mirar por toda la habitación. Esa no era su casa. ¿Dónde estaba?

Observó un poco más el lugar en el que se encontraba, hasta que su mirada cayó sobre la mesita de noche donde reposaba un pequeño marco con una foto, la tomó entre sus manos y la observó durante unos minutos.
En ella se podía observar a Younghoon con un bebé dormido en sus brazos y parecía que estuvieran en el hospital — seguro que fue el día de su nacimiento — pensó. Una tercera persona parecía encontrarse por la parte de atrás, pero no se la veía bien por estar recostada en una camilla.

Muchos pensamientos intrusivos llenaron a su mente, cuando recordó la noche anterior.

Después de la cena, Younghoon lo llevo a un local donde conoció a un amigo del mayor, allí comenzaron a bailar, lo estaba pasando muy bien, hasta que comenzó a sentir como el calor llenaba su ser y su mente se nublaba. El celo.
Comenzó a perder el control sobre su parte humana y ya ni el inhibidor, que se había rociado antes de salir, conseguía tapar su fuerte aroma.
El no recuerda claramente lo que pasó después, pero al parecer el alfa se dio cuenta de la situación, pues el pelirosa sintió como lo agarraban fuertemente y lo arrastraban hasta sentir el aire fresco de la calle.
Allí solo recuerda encontrase en algún vehículo, notaba el movimiento y los baches, hasta que cayó dormido.

Y ahora se encontraba en lo que supuso que era la habitación del mayor y por ende en el hogar de los Kim.

Unos suaves golpes tocaron la puerta.
Sin esperar respuesta la puerta fue abierta, dejando a la vista un pequeño cuerpo que se adentraba en la estancia — ¿dónde lo habré puezto...?

— Sunny no entres ahí, vas a despertar a-

— ¡Oh! Zeñor Chani ¿qué hace usted aquí? — el niño se quedó mirándolo fijamente con sus grandes ojos y la boca un poco abierta.

— Ya, te he dicho que no entraras — El mayor cargó a su hijo y se lo llevó a la cocina. Giró un momento antes de cerrar la puerta y susurró un pequeño "lo siento"  a lo que él omega sonrió levemente negando.

Cuando volvió a quedarse solo en la gran habitación, decidió levantarse y adecentarse para poder volver a su hogar, donde tendría que dar muchas explicaciones a su hermano.

En la cómoda había una pequeña nota donde decía:

Parecías muy cansado, así que me fui a recoger a Sunwoo y te compré unos supresores para el celo. Tómalos junto al zumo que tienes al lado.

Pensé que habrías despertado para mi vuelta, pero como te vi tan a gusto todavía dormido no quise molestarte.

YH.

Sonrió y sintió el calor subir a sus mejillas. Tomó rápido las cápsulas y bebió el zumo.

Mientras caminaba hacia el cuarto de baño, pisó sin querer un peluche de mapache — seguro que esto es lo que estaba buscando cuando ha entrado aquí tan distraído — río un poco, tomó al muñeco y lo dejó sobre un sillón.























Llegó a su hogar sobre las cinco de l tarde, había comido en casa de los Kim y no pudo habérselo pasado mejor.

— ¡CHOI CHANHEE! ¿Dónde demonios has estado? Estaba preocupadísimo. Desde las siete y media de ayer, hasta ahora que no sabíamos nada de ti. Pensé que te había pasado algo grave. — Se acercó al menor y lo examinó de arriba a bajo. — Ya estaba mandando a Daeyeol a buscarte, mientras yo llamaba a la policía.

— Eres un exagerado. No me extraña que tu hijo haya salido tan dramático. En la cena te cuento que tal ayer, ahora estoy cansado. — Sin más se fue a su habitación.

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Es súper cortito, perdón.

Love so Sweet || BbangnyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora